La luz supone desde hace unos años un quebradero de cabeza para las economías domésticas, con una subida acumulada del 70 por ciento. Numerosas familias salmantinas han evitado esta sangría acogiéndose al llamado bono social que en estos momentos les permite tener la luz un 25% más barata que el resto de los usuarios.
El bono social se puso en marcha en 2009 con la entrada en vigor de la Tarifa de Último Recurso (TUR) y se articuló como una medida de carácter social diseñada para favorecer a los colectivos más vulnerables. Su principal ventaja es la congelación de la tarifa vigente en el momento de la puesta en marcha de la TUR, lo que defiende al usuario de las oscilaciones de los precios. Pero incluso eso está cambiando.[pull_quote_left]Esta tarifa es para familis numerosas, hogares con todos sus miembors en paro y quienes tienen menos de 3 kw contratados[/pull_quote_left]
Iberdrola, la principal empresa comercializadora de la provincia, tenía en Salamanca 279.540 clientes a finales de 2013, de los que 128.931 tienen la Tarifa de Último Recurso y entre ellos un total de 32.358 están acogidos al bono social (7.400 menos que en 2010).
Se trata de familias numerosas, hogares que tengan a todos sus miembros en situación de desempleo, los que tienen contratada una potencia inferior a tres kilovatios (no necesitan solicitarlo, ya que la compañía se lo activa directamente) y los pensionistas de menor poder adquisitivo.
Los clientes acogidos al bono social pagan la tarifa regulada de enero de 2009 y se están ahorrando un mínimo del 25 por ciento en el recibo. Así se recoge en el informe del mes de enero sobre indicadores eléctricos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El ahorro
El estudio apunta un ‘ahorro’ del 25,6 por ciento a fecha de septiembre de 2013. Un ahorro que sería superior si se tuviese en cuenta que desde entonces se han producido otras dos subidas en el recibo: una del 3,1 por ciento en octubre y otra del 2,3 en enero.
Fuentes de Iberdrola explican a La Crónica de Salamanca que durante los últimos meses se ha producido un trasvase de clientes que tienen la TUR hacia el mercado libre, “porque prefieren contratar una tarifa concreta por un periodo determinado”, lo que les proporciona, asimismo, la tranquilidad de que no sufrirán oscilaciones ni vaivenes. Eso explicaría el descenso del número de salmantinos que se acogen al bono social.
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