El Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca ha presentado sugerencias previas al Ayuntamiento de Salamanca, dentro de la consulta pública para la elaboración de la Ordenanza Reguladora de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
Como reflexión previa, la asociación señala que la elaboración de esta ordenanza «llega muy tarde, puesto que no se va a poder cumplir el plazo que vence el próximo 31 de diciembre».
A su vez, la citada ley fue aprobada en cumplimiento de las directrices y reglamentos emanados de la UE en materia de calidad del aire y emisiones contaminantes, así como de la propia OMS. «No estamos ante un capricho ecologista si no ante un imperativo legal, comunitario y de salud pública. Si el Ayuntamiento de Salamanca ha dejado para el final esta tarea ineludible, es porque realmente no ha tenido el suficiente interés para tener una ciudad saludable ya que la prioridad absoluta viene siendo, desde que desaparecieron los carros de tracción animal, el tráfico rodado individual y contaminante», puntualizan desde el Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
Las calles para este consistorio son esencialmente viales para canalizar automóviles y luego ya si eso, peatones o ciclistas. «Mientras tanto, cientos de ciudades europeas y algunas españolas ya han cambiado radicalmente su movilidad», apuntan.
Por otra parte, la propuesta inicial del Ayuntamiento se queda «muy corta, se circunscribe al núcleo central de la ciudad, que es donde menos tráfico existe al estar casi todo él peatonalizado. Por lo tanto, la disminución del tráfico y las emisiones no serán significativas. Ni siquiera se han dado datos de las emisiones actuales y las que se deberían conseguir con la implantación de la ZBE».
Es cierto que Salamanca consigue, en despachos, galardones de sostenibilidad pero la realidad es que entre el 30 de enero y 20 de febrero de 2022, «era la ciudad con más índice de dióxido de nitrógeno, con 40 miligramos, de Castilla y León, según datos de mediciones difundidos por Ecologistas en Acción», señalan.
Entre las medidas que este Comité ha propuesto destacan las siguientes:
- La creación de Zona de Bajas Emisiones dentro de la segunda ronda: Avda. Portugal, Paseo del Rollo, San Antonio, Canalejas, Entrepuentes, La Transición, Peña de Francia.
- Creación de ZBE en los entornos de los centros educativos.
- Mejoras para vehículos de personas de movilidad reducida.
- Ampliación de estaciones de medición de emisiones en las zonas de tráfico intenso. Al menos de las dos actuales, mal ubicadas, a cuatro.
- Aumento de radares en zonas de “competición deportiva”.
- Ampliación de zonas peatonales en los barrios.
- Fomento de transporte público y de intermodalidad, reservando vías centrales de uso exclusivo de este y bicis y taxis.
- Cambio a medio plazo de la flota de autobuses a motor eléctrico.
- Así como otras medidas en materia de seguridad vial.
1 comentario en «Zona de Bajas Emisiones, «tarde y mal» en Salamanca»
Entonces, si la ZBE va a ser respirable, ¿la zona de Salamanca externa a ella será irrespirable? ¿Será de altas emisiones? ¿Los que vivimos en esa zona externa nos tenemos que aguantar y respirar polución y atascos constantes? ¿Habrá una rebaja del impuesto municipal de circulación si sólo puedo circular por menos de la mitad del término municipal? La de negocios que se van a ir a la ruina. Todo por seguir una agenda 2030 que nadie ha pedido y que es una utopía. Hacen bien los jóvenes en marcharse de esta ciudad para no verse atrapados por no sé cuántas cámaras que los controlarán 24 horas y la falta de empleo. Eso sí, si tienen un coche eléctrico que cuesta un riñón comprar y que tardarán en «amortizar ecológicamente» 10 años para contrarrestar el CO2 que se ha producido al fabricarlo, entonces pueden pasearlo por el centro de la ciudad. Serán ovejas tragabolas.