La conversión en pisos de lujo de los hoteles Monterrey Alfonso X, ambos en la calle Toro y de la familia Curto, y del inmueble contiguo que actualmente ocupa el Zara (perteneciente a otros dueños, a tenor del titular que ha solicitado la licencia, que no tienen por qué ser el dueño del edificio), cambiarán la fisonomía del entorno, ubicado en una zona peatonal e incluida en el espacio de bajas emisiones.
Son proyectos en los que el negocio de las viviendas se completa con el no menos lucrativo de construir un número de plazas de garaje subterráneos muy superior al número de viviendas que se construirán.
En el proyecto presentado en 2007 por la familia Curto, su intención era construir 75 viviendas en el espacio que ocupaban los hoteles, pero hace un año se modificó la ficha de protección y ahora serán solo 48 pisos de lujo en siete pantas (incluido el ático y bajo cubierta), con locales comerciales en la planta baja, a nivel de la calle. Uno de 400 metros cuadrados bajo el actual hotel Monterrey, y otro de 571 metros cuadrados en el solar de la calle Toro, 54, del Alfonso X.
El edificio que se construirá sobre el solar de ambos hoteles contará con un patio interior de 200 metros cuadrados, lo que permitirá tener luz natural a los pisos con apenas una ventana a una de las calles principales.
Además, habrá cuatro plantas de sótano para el parking, con un total de 97 plazas de garaje. «Lo que nos preocupa no es que se hagan viviendas, sino esos cuatro sótanos de garaje con el doble de plazas que de viviendas. Ahora hay dos sótanos que serían suficientes para hacer una plaza pro cada piso», explica Carmen Díez, concejala de Podemos en Salamanca.
En el edificio que en la actualidad ocupa el Zara, en Toro 58, se levantarán, por su parte, ocho viviendas y 26 plazas de garaje, según el proyecto inicial.
«Esto está fuera del tiesto, porque el centro de Salamanca es objeto de bajas emisiones, peatonalización y la agenda urbana para la ciudad del futuro. ¿Por qué se hacen dos plazas de garaje por vivienda?¿Cómo vas a meter los coches?, porque la entrada al garaje será por Azafranal. Eso es incompatible con las terrazas y la calle peatonal y con la zona de abajas emisiones», explica Carmen Díez.
Afirma que «parece que ahora el negocio está en el subsuelo más que para arriba, ya sea en venta o alquiler de las plazas e garaje para los que trabajan en el centro, cuando lo que hay que hacer es limitar los coches en las zonas de bajas emisiones y la contaminación».
A estos proyectos en la calle Toro hay que sumar otros dos con similares características. Uno de ellos es la promoción de 12 viviendas y 24 plazas de garaje que se van a construir en el edificio que hace esquina entre Placentinos y Serranos (junto al Palacio de Congresos) y las 200 plazas de garaje que se quieren construir en el solar del Bretón, aunque la licencia ambiental de este último proyecto está recurrida.
El ordenamiento urbanístico de Salamanca contempla expresamente un mínimo de una plaza de garaje por vivienda, pero no establece límites máximos, resquicio que aprovechan las constructoras para desarrollar el negocio de los aparcamientos en el centro.
Para tratar de «acabar con esta picardía de no poner un máximo de plazas y que pase esto», la concejala de Podemos propondrá en el próximo pleno la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), explica Carmen Díez.
3 comentarios en «El Zara de la calle Toro se convertirá en viviendas de lujo y garajes»
Señora concejala, hacen falta muchas más plazas de garaje. Muchos de los edificios del centro no tenemos garaje y aunque nos movemos a pie, también usamos coche de vez en cuando y necesitamos tenerlo en algún sitio ya que las zonas de residentes son ridículas en esta zona.
Así que bienvenidas sean esas plazas de garaje. Ojalá hubiera más para que dada la competencia no fueran tan caras.
Qué pasa con los trabajadores de zara?? m
La tendencia es que haya menos coches. El planeta tiene unos límites físicos y la humanidad en su conjunto los ha sobrepasado o está al límite.
El boom ya se acabó: escasez de energía, precios al alza de forma indefinida, escasez, también, de componentes básicos de los automóviles como microchips, níquel, cobre, litio…los eléctricos no serán la alternativa porque el único problema no es el petróleo ni las emisiones de CO2.
La ciudad de los coches ya se acabó. Al menos en localidades medias como Salamanca. La ciudad será de los peatones, patinetes, bicicletas y transporte colectivo (bus). El coche no desaparecerá, pero se usará menos y mucha gente ni siquiera lo tendrá. La mejor inversión que puede la sociedad salmantina y el Ayuntamiento es poner los medios para que esto llegue lo antes posible. Y si no, miren a ciudades europeas como París.