Un reciente estudio ha determinado que el azúcar presente en la dieta daña gravemente la microbiota del intestino. De esta manera, puede provocar trastornos metabólicos y alteraciones en el sistema inmune.
Las evidencias actuales señalan que, hasta el 70% del sistema inmune está en el intestino. Allí se encuentra la microbiota, un conjunto de microorganismos que cumplen importantes funciones para el correcto funcionamiento del cuerpo y, especialmente, del sistema inmune. Siguiendo con esta cuestión, una investigación científica, publicada en la revista ‘Cell’, ha determinado que el azúcar daña gravemente el microbioma y, en consecuencia, el sistema inmune.
Tal y como han expuesto los autores del estudio, realizado en ratones, el consumo excesivo de azúcar provoca un desequilibrio en el microbioma. En este sentido, favorece el crecimiento de algunas especies que eliminan a las bacterias filamentosas segmentadas, que son beneficiosas. También produce una reducción del linfocito Th17, un tipo específico de célula inmune. Todo ello sucede debido al daño en el revestimiento interno del intestino que provocan las altas dosis de azúcar.
Para llegar a estas conclusiones se han tomado como muestra ratones macho de cinco semanas de edad. Buena parte de ellos fueron colonizados con bacterias filamentosas segmentadas y después se les alimentó con una dieta rica en grasas y azúcares (a semejanza de la dieta occidental).
Cuatro semanas después, las bacterias filamentosas segmentadas fueron sustituidas por F. rodentium y los linfocitos Th7 disminuyeron su población considerablemente. Además, los ratones ganaron peso y desarrollaron intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina.