Primero fue el aceite, luego la luz, el gas, más tarde la gasolina y ahora todos los alimentos. España atraviesa una fuerte subida de precios que obliga a los salmantinos a cambiar tanto sus hábitos de consumo como sus compras diarias.
Texto: Laura Tejero Gil
A pesar de que Salamanca no se encuentra entre las ciudades más afectadas por esta subida de precios, los salmantinos también han tenido que realizar cambios en sus rutinas de compra y de ocio.
Si hay algo claro es que comprar no es como antes. “Ahora se buscan ofertas y supermercados que puedan ser más baratos teniendo las mismas cosas”, afirma Mariví, coincidiendo con la respuesta de María Luisa, quien aseguraba que “aunque compre el mismo producto, busco el que sea más barato”.
A pesar de que algunos como María Luisa no han dejado marcas líderes, porque “siempre he comprado las marcas blancas de los supermercados”, son muchos los que han dejado de lado las marcas tradicionales y se han pasado a las marcas blancas, como Mariví , que asegura que “aunque en cosas básicas como el aceite o la leche sigo comprando la misma marca, en otras como el atún sí que he cambiado las marcas originales por las marcas blancas”.
Productos como el pescado o la carne, caracterizados por sus elevados precios incluso antes de este episodio inflacionistas, ahora ya empiezan a consumirse en menor cantidad, como reconoce Valeria. “Somos cinco en casa y antes procurábamos comer pescado todas las semanas, pero ahora mismo es algo imposible, lo comes cada dos y con suerte”.
Mientras, otras consumidoras como Mariví, siguen comprando lo mismo. “No he dejado de comprar ningún producto porque, por ejemplo, si me gusta el aceite de oliva voy a seguir comprando aceite de oliva. Procuras comprar menos” afirma.
Sin embargo, la subida de precios no ha hecho que se cambie únicamente la forma de hacer la compra, sino que ha provocado cambios en el tiempo de ocio. “Sales de casa pero de cenas o de comidas no tanto, sales menos, y de cafés te tomas menos porque de un día para otro te suben veinte céntimos”, aseguraba Mariví.
Por su parte, Valeria afirma que “antes salías a tomar unas cañas con los amigos y ya te quedabas y cenabas, ahora o una cosa o la otra, porque con lo que está subiendo todo no te puedes permitir lo que te permitías antes”.
Los 50 euros
Sin embargo, al preguntarles ¿crees que con 50 euros hoy en día puedes hacer la compra? todas, aunque con diferentes palabras, respondían lo mismo: “con cincuenta euros no te da para nada, te lo gastas comprando cuatro cosas”, “ con cincuenta euros que son ocho mil pesetas de antes ahora no haces ni la mitad”, “con cincuenta euros no da ni de broma para hacer una compra ahora mismo”, “no me da ni para la compra de la mitad de la semana casi”, han respondido.
En resumen y, como dice Maritina, “todo está por las nubes, hay que cambiar los hábitos porque si no, no comes”.