- En el hospital no se practicó ninguno de los 189 registrados en 2020, porque los profesionales se niegan
- Las mujeres denuncian presiones para que no aborten
- Han de ir a clínicas privadas donde las reciben grupos antiabortistas recalcitrantes
El Movimiento feminista de Salamanca ha organizado este miércoles una concentración ante la delegación de Sanidad en Salamanca para exigir que el aborto sea libre y gratuito en la provincia, y que las mujeres puedan hacerlo en el hospital.
Los 189 abortos registrados en 2020 se hicieron en clínicas privadas, donde las mujeres son recibidas por grupos antiabortistas recalcitrantes. Todo, porque en el hospital público los sanitarios del departamento son objetores y deniegan el servicio a las mujeres por motivos religiosos o ideológicos.
Con motivo del Día de Acción Global por el acceso al aborto legal y seguro, el Movimiento Feminista de Salamanca demanda la garantía de su ejercicio de manera libre y segura, y denuncia la penalización de las mujeres que quieren ejercer el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo en nuestra provincia.
Además, Pilar Moreno, portavoz del manifiesto de la asociación, afirma que “hemos denunciado este agravio tanto al Procurador del Común como al director de asistencia sanitaria de Sacyl, y en ambos casos su respuesta fue escudarse en el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios directamente implicados en la interrupción del embarazo”. Por eso, también solicitan este derecho a la jefa del servicio de ginecología y obstetricia y al director médico del Hospital Universitario.
Son muchas las mujeres que se han encontrado este problema a la hora de abortar. “A lo largo del año 2020, un total de 189 salmantinas han ejercido este derecho, de las cuales 139 se encontraban con una gestación inferior a 9 semanas y en 17 casos la interrupción se ha realizado por anomalías fetales o enfermedad materna. 71 mujeres han optado por renunciar a la financiación pública, ignorando si ello ha sido así por no tener que desplazarse fuera de nuestra ciudad o por otros motivos”, aseguraba Pilar.
Por su parte, Sarah Santaolalla, miembro de la Asociación Feminista de Salamanca, apuntaba que “el mismo tiempo que pierden acosándonos a las puertas de las clínicas, donde vemos vídeos repugnantes, y grupos de gente que se acercan a mujeres que libremente han decidido abortar, podrían perder ese mismo tiempo en garantizar nuestros derechos. Hay que recordar que, aparte de hacer lo que nos dé la gana, tenemos que hacerlo garantizándonos que vamos a salir vivas, y no de los trasteros donde se han hecho muchos abortos, porque no había medios para hacerlo”.
Además, ha querido recordar que no todas las mujeres pueden permitirse pagar una clínica privada a la hora de abortar. “Esto no tiene que ser que decidan las más ricas cuando quieren tener hijos o cuando no, que todas las mujeres podamos decidir sobre nuestros cuerpos. Cuando todo eso lo tengamos claro, entonces nuestros derechos estarán un poquito más garantizados”, añadió.
“Queremos dejar claro que reclamamos aborto libre y gratuito para todas en la pública, nada de llegar con la intención y que nos intenten convencer. Llevamos la idea clara de que queremos abortar. Estamos pasando un proceso muy complicado, como para llegar a una clínica y que nos digan que nos lo pensemos dos veces, que estamos actuando mal, para llegar a una clínica y que nos reciban a la puerta con cánticos contra las mujeres, para llegar a una clínica y que nos tengamos que costear una decisión voluntaria y libre, basta ya”, concluía.
Texto y fotos: Laura Tejero Gil