La digitalización está presente en un número creciente de empresas, que han experimentado una importante transformación en sus métodos de trabajo y estrategias. Las soluciones cloud se han incorporado con fuerza a los diferentes aspectos del funcionamiento de la mayoría de compañías, tanto en el trato con el cliente como en el desarrollo de métodos y programas de uso interno. Cada sector pide una táctica concreta, si bien hay aspectos compartidos por la mayoría que se ponen en valor a la hora de desarrollar el mejor contexto digital.
La búsqueda de las soluciones nativas digitales abarcan distintos apartados que hacen referencia a una transformación parcial o total de la estructura de trabajo. La automatización de tareas es uno de los objetivos comunes y se consigue mediante un stack determinado. El resultado final es de una mayor productividad, ya que la simplificación de algunos pasos puede significar un importante ahorro en los costes. La capacidad del cloud de adaptarse a las diferentes necesidades de cada negocio es clave para su buen rendimiento. Esto supone una simplificación a la vez que una alta fiabilidad en cada movimiento. Los procesos de despliegue son, además, más ágiles.
Optimización de los recursos
La adaptación de las soluciones digitales a las características de una industria determinada es otro aspecto esencial para conseguir el máximo rendimiento en el proceso productivo. En ese sentido, el ‘AWS Well-Atchitected Program’ garantiza que las cargas de trabajo se diseñan correctamente de acuerdo a las particularidades de cada sector. Se trata de un proceso mediante en el que se identifican las carencias, con el objetivo de corregirlas. Las ramas analizadas apuntan, entre otras, a la cuestión de seguridad, mediante las evaluaciones del riesgo; la eficiencia y la optimización de los costes.
Obtener la máxima productividad en cada paso y gestionar los microservicios se consigue mediante la solución Kubernetes. Es un programa que aporta una maximización de los beneficios en la inversión económica realizada en la infraestructura. La optimización del coste, el recurso a una menor superficie de ataque o la definición del consumo de cada servicio están entre sus objetivos.
Comercio electrónico
Uno de los canales más habituales en las empresas que han dado el salto hacia la digitalización es el comercio electrónico, pues muchos sectores han encontrado en la red una oportunidad de negocio para distribuir sus productos, tanto a proveedores como al público general. Las tiendas online han ganado mucho protagonismo y forman parte de la estructura empresarial de un número creciente de compañías. El mundo digital presenta unas características muy diferentes al negocio físico, por lo que la instalación de un ‘e-commerce’ implica el desarrollo de determinadas estructuras de trabajo, así como un proceso de adaptación y de continua mejora.
La plataforma Magento es una de las más frecuentes para la instalación de comercios electrónicos debido a su alta capacidad para cumplir con todos los parámetros que exige esta experiencia. Uno de los más importantes es el referido a la seguridad, donde la pasarela de pago, que es el canal que posibilita los pagos de los clientes, adquiere un valor muy importante.