Las pastillas del lavavajillas, gracias a su poder detergente, antigrasa y abrillantador, sirven para limpiar numerosas superficies, además de los vasos, platos y demás menaje de cocina.
Muchos pensarán que las pastillas del lavavajillas solo sirvan para eso, lavar la vajilla. Sin embargo, sus excelentes propiedades las hacen útiles para limpiar otras muchas superficies. Algunos de los ejemplos son:
- Horno. Las manchas de grasa que se cumulan en el interior del horno pueden eliminarse disolviendo una pastilla en agua caliente. Posteriormente, pasar un trapo mojado sobre la mancha.
- Freidoras de aceite. Estos aparatos tienden a acumular mucha grasa y restos de comida. Para eliminarlo, simplemente hay que llenar tres cuartas partes del depósito de la freidora con agua templada, y añadir una pastilla. A continuación, poner a funcionar el aparato durante 10 minutos a 90°. Pasado ese tiempo, fregar con normalidad la freidora.
- Sartenes. Solamente hay que llenarlas de agua, echar una pastilla y ponerlas al fuego a hervir.
- Lavadora. En este caso, las pastillas de lavavajillas son muy útiles para eliminar la suciedad acumulada, así como los malos olores del tambor. Para ello, hay que poner un programa de lavado con agua caliente e introducir una pastilla en el tambor.
- Váter. Echando una pastilla y añadiendo agua caliente, la suciedad se derretirá y además quedará desinfectado.
- Manchas de aceite del coche. Cuando los coches pierden aceite, dejan en el suelo manchas difíciles de quitar. Sin embargo, disolviendo una pastilla en agua caliente y pasando sobre la mancha una fregona limpia, no quedará rastro de la misma.