En los últimos días, Iker Casillas se ha convertido en uno de los nombres más citados debido a la polémica que ha generado uno de sus ‘tuit’ bromeando sobre su orientación sexual. Pese a que acabó confesando que le habían hackeado la cuenta muchos siguieron criticándole. Ahora, ha decidido despejar la mente yéndose a jugar a máquinas de arcade.
Este domingo se armó un gran revuelo en Twitter después de que Iker Casillas publicara un ‘tuit’ diciendo “Espero que me respeten: soy gay #felizdomingo”. Poco después, el exfutbolista eliminó el mensaje y aclaró que le habían hackeado la cuenta. Sin embargo, ha recibido innumerables críticas, especialmente precedentes del colectivo LGTB.
Pasados unos días de la polémica, el exguardameta ha decidido evadirse y ha acudido al nuevo local de Rockade en Malasaña (Madrid). Allí ha disfrutado jugando en las máquinas de arcade, dejando patente su gran habilidad. Prueba de la destreza de Casillas han sido los comentarios de los allí presentes, que han reconocido que “juega muy bien”.
El propio deportista ha dado cuenta de su experiencia en una publicación de Instagram. “¡Si te digo la verdad, parece que he retrocedido en el tiempo 30 años! ¡Bolas y bolas!”, ha escrito.