Opinión

Desahucios

Juan Diego Botto, Penélope Cruz y Luis Tosar, director y protagonistas de En los márgenes.

Se proyecta estos días en los cines la película En los márgenes, un drama social con forma de thriller, primer largometraje de Juan Diego Botto, en la que participan Penélope Cruz, Luis Tosar, Adelfa Calvo y Christian Checa, además de un excelente grupo de actores secundarios entre los que se encuentran miembros de la plataforma STOP desahucios de Vallecas. La película refleja, con una cercanía que impide al espectador sentirse ajeno al problema que viven sus protagonistas, tres historias que transcurren en paralelo en veinticuatro horas de vértigo.

El número de desahucios que tienen lugar en España varía según la fuente informadora y los datos no siempre coinciden. Dos fuentes fiables son el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Las causas más frecuentes de desahucios son el impago de alquiler y las ejecuciones hipotecarias. Según los datos del CGPJ en 2021 se iniciaron en España 27.874 ejecuciones hipotecarias.

Más allá de las frías estadísticas hay que señalar que, generalmente, una ejecución hipotecaria es un desastre económico y social que termina con el alzamiento de una familia de la vivienda que compró mediante un crédito hipotecario, y que es su residencia habitual, es el final de un largo proceso de deterioro personal y familiar y el comienzo de un calvario, que en muchas ocasiones conlleva la desestructuración personal y familiar, el desarraigo laboral, escolar y vecinal y que conduce, en no pocas ocasiones, al suicidio de las personas afectadas en cuya cabeza pesa el sentido de culpabilidad de no haber sabido o podido evitar el problema a sus familias.

El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 y la crisis económica subsiguiente, seguida por la pandemia Covid, han dado lugar a una realidad permanente y sostenida en el tiempo, que ha supuesto un importante deterioro de las condiciones económicas de numerosas familias españolas que no han podido hacer frente a los pagos de las hipotecas en unos casos y a los pagos del alquiler en otros.

Una legislación sobreprotectora de los intereses del mercado de la vivienda, especialmente de los grandes tenedores de viviendas, generalmente fondos buitre, que se planteó para restaurar al sector financiero-inmobiliario como motor de la economía española para salir de la crisis, ha dado lugar a la creación de una nueva burbuja: la burbuja del alquiler. Por lo que respecta al mercado hipotecario, al que se indujo a numerosas familias en los años previos a la crisis, la legislación no contempla la dación en pago, sino que desaloja del domicilio y mantiene la deuda hipotecaria, lo que ha llevado a muchas familias a la pobreza y marginación.

Las reformas regresivas de PSOE y PP entre 2009 y 2013 agilizando los desahucios, solo matizadas mediante la paralización de los plazos procesales decretada el 14 de marzo de 2020 por el gobierno de coalición, aumentando el periodo de moratoria por la pandemia Covid, ha aplazado un problema estructural y, aunque ha constituido un alivio transitorio para numerosas familias, no aborda el fondo del problema y no aclara el futuro de las personas afectadas. La paralización de la Ley de la Vivienda, que forma parte del pacto de gobierno PSOE-Unidas Podemos durante esta legislatura, cuya tramitación reclama Unidas-Podemos al PSOE, es un reflejo del enorme poder de los fondos económicos constituidos por bancos y gestores de viviendas, tanto en el mercado de alquiler como en el de la compra mediante hipoteca.

En los márgenes, más allá de la crítica cinematográfica, es una aproximación a los desahucios que remueve conciencias y sitúa al espectador ante un problema que tiene lugar a diario ante nuestros ojos, en nuestra escalera de vecinos, en nuestro barrio o en nuestra ciudad, que generalmente no vemos porque preferimos mirar para otro lado porque creemos que no nos afectará nunca, pero también nos indica la importancia de la solidaridad para afrontar este tipo de situaciones.

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