El inverno está cada vez más cerca. Una de las consecuencias más inminentes pasa por el encendido generalizado de las calefacciones, en especial las centrales de las comunidades de vecinos. Sin embargo, los elevados precios de la energía están generando una serie de incógnitas y temores en dichos colectivos, donde inquieta una posible ola de impagos en las cuotas de los vecinos que no puedan hacer frente a las subidas que se esperan de los combustibles, no menos del triple que hasta ahora.
El contexto actual de elevados precios y escasez energética está provocando temor e inquietud entre la población de cara al invierno. En este sentido, ante la inminente necesidad de encender las calefacciones para calentar los hogares, muchas comunidades de vecinos con caldera central se están planteando diferentes escenarios sobre cómo afrontar los próximos meses.
Ángel Hernández Román, presidente del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Salamanca, explica a La Crónica de Salamanca que “ahora mismo no consta” que las comunidades de vecinos hayan renunciado a la calefacción debido a los altos costes.
Precisa que “lo que vaya a pasar a lo largo del invierno realmente es una incógnita, por lo que no se descarta absolutamente nada. Cuando empiece el invierno y la gente empiece a consumir, se tendrá una idea más real de la trascendencia de los precios que estamos manejando”.
La comparativa entre facturas muestra el tremendo encarecimiento que se ha producido. “Respecto a períodos como 2019 o 2020 se ha encarecido, según las comercializadoras, no menos de tres veces o tres veces y media”, reconoce, insistiendo en que son unos precios “excesivos”. No obstante, aclara que “no se debe tomar como referencia el invierno pasado, porque ya hubo facturas con los precios disparados”.
Recientemente, el Gobierno anunciaba la creación de una nueva tarifa regulada del gas que beneficiará a las calefacciones centrales. Esta medida permitirá, según el Ejecutivo, que la factura de las comunidades de vecinos se reduzca “a más de la mitad”. El representante de los administradores de fincas considera que “cualquier reducción permite que la situación no se agrave tanto, porque ya es grave por sí misma”. También insiste en que “estamos pidiendo que las tarifas se equiparen, puesto que al final, una comunidad de vecinos es una suma de consumidores domésticos”.
Todos estos factores están generando un aumento “lógico” del temor ante la posibilidad de que crezca la morosidad en el pago de las cuotas de la comunidad por parte de algunos vecinos. “El dinero no da, no se reproduce por generación espontánea y, por tanto, dificultades va a haber”, señala Hernández.
Menos horas y menos temperatura
Ante un invierno duro como se prevé, “lo que se ha planteado y parece que la gente lo va entendiendo, es que hay que reducir la temporada de calefacción, los horarios y la temperatura. La situación nos obliga a ser comprensivos y adaptarnos a las circunstancias”. Por otro lado, en caso “de no poder utilizar el servicio de calefacción central, cada uno tendrá que buscar su alternativa, calentándose por medios propios”.
Finalmente, la situación actual abre la posibilidad en algunas comunidades de aplicar algunos cambios, como pasar de un sistema de calefacción central a la individual. “Esto debería plantearse a todos aquellos que nos han vendido y, de hecho es cierto, que la calefacción central es más aconsejable desde el punto de vista de eficiencia energética, ya que puede calentar a un número de personas mayor con un mayor rendimiento”. Otro de los escenarios consiste en pasar del gas al pellet, “pero el resultado es que también hay distorsiones en el mercado”, explica.
“En una situación de estas, lógicamente, se plantean distintas propuestas, la cuestión es cómo aconsejar de la mejor manera posible, o cómo acertar en la decisión”, concluye Hernández.