William Mize y su clan han estado más de una década estafando millones de dólares a diferentes empresas aseguradoras. Así, entre los años 2006 y 2017 falseaban accidentes de coche y se herían para cobrar las indemnizaciones, llegando a obtener un total de seis millones de dólares.
Tal y como ha recogido El País, citando a la revista ‘New York’, entre 2006 y 2017 William Mize IV y su clan familiar han estado provocándose heridas para estafar a los seguros. Durante dicho período Mize, junto a su familia y un pequeño clan de allegados, han estado falseando accidentes de coche para cobrar la indemnización. Lo curioso de esto es que, en vez de simular las heridas, el patriarca cortaba a sus allegados para salpicar el coche con su sangre, dando credibilidad a su relato.
Este hombre, conocido como el “artista de las lesiones”, nació en El Paso, Texas (EEUU) en 1961. Su primera esposa fue Teresa Mastin, con quien se casó al poco de quedar embarazada. A finales de los ochenta recibió una importante herencia tras la muerte de su padre: 700.000 dólares y una casa en Arizona. Sin embargo, según el reportaje, su carácter se volvió autoritario. Finalmente, en 1993 se divorció de su mujer y se fue con sus dos hijos a vivir a Acapulco. Allí comenzó su primer negocio ilegal, el tráfico de marihuana, que le llevó a pasar algunos meses en prisión.
Posteriormente, ya en 2006, comenzó su nuevo ‘negocio’, consistente en estafar a seguros. Para ello, simulaba accidentes de tráfico y actuaba como supuesto representante de las víctimas ante los seguros de los supuestos responsables del accidente. De esta manera, llegaba a un trato ‘provechoso’ para la compañía, y que en realidad reportaba miles de dólares a Mize.
En mayo de 2018 el FBI dio una orden de registro y poco después un jurado federal acusó de cargos como blanqueo de dinero y conspiración de fraude sanitario a Mize y 22 de sus cómplices. El periódico ‘The Spokesman Review’ señalaba entonces que “Mize es presunto culpable de accidentes de tráfico, caídas y otros accidentes en múltiples estados”. Finalmente, en 2019 el clan terminó de quebrar al ser sentenciados todos sus miembros. Sin embargo, el patriarca no se rindió y se fugó de la justicia. Actualmente está en búsqueda y captura.
