Este fin de semana ha aparecido el cadáver de una niña de 12 años en una maleta en el barrio de Saint Dennis (París, Francia). La asesina ahora ha admitido que violó, asfixió y bebió la sangre de la menor, llamada Lola Daviet.
Al parecer, la pequeña fue abordada mientras regresaba a casa del colegio, ambos lugares separados por 200 metros. La supuesta asesina es Dhabia B. una mujer de 24 años procedente de Argelia. En 2016 llegó a Francia de manera legal (con un visado de estudiante), pese a ello, en agosto de 2018 se ordenó su expulsión del país ya que carecía de permiso de residencia. Este lunes, Dhabia ha declarado ante el juez, revelando nuevos datos hasta ahora desconocidos. No obstante, ha admitido y negado los hechos en diferentes ocasiones.
Tal y como ha declarado el magistrado, la mujer está acusada, además del asesinato, de “violación con actos de tortura y barbarie”. Según el testimonio de la acusada, “arrastró” a la niña hasta el apartamento de su hermana. Una vez allí, obligó a Lola a bañarse y posteriormente la violó. “La agarré del pelo, le metí la cabeza entre las piernas (…), tuve un orgasmo”, habría reconocido, según Europe 1.
A continuación, la agresora asfixió a su víctima, se tomó un café, escuchó música y, seguidamente, descuartizó el cadáver. En este sentido, la cabeza de la joven apareció prácticamente desprendida del resto del cuerpo. Por su fuera poco, Dhabia ha admitido que bebió la sangre de Lola, aunque luego lo ha negado.
Finalmente, la argelina introdujo el cuerpo en una maleta, que fue hallada en el patio interior de un edificio de París. En el informe de la autopsia se ha indicado que en la planta de los pies tenía escritos un 0 y un 1. Por su parte, los investigadores han señalado que no hay “lesión traumática de la esfera sexual”.