La ley obliga a reciclar. Afortunadamente, cada vez más. Pero en este caso, muy cerca de donde nació el también avispado Lázaro de Tormes, no se trata de reciclaje, sino de picaresca, pero de la burda.
El Ayuntamiento está construyendo los corredores verdes en la zona de las riberas de Chamberí, Tejares, Huerta Otea y el Marín. «Y ¿qué mejor ocasión para deshacerme de miles de m3 de escombros que no sé qué hacer con ellos, y que encima los puedo llevar cerca?», denuncian desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
La contestación que da la propia asociación es: «pues a depositarlos en las riberas del Tormes: 13 nuevos kms de pistas para rellenar y modificar las cotas de la riberas y de paso ‘reciclar’ los escombros».
Según la propia asociación, no es la primera vez que sucede. «Es algo que ya ocurrió con los huertos urbanos, donde otra gran montaña de escombros fue depositada en su día procedente de la demolición del seminario de Lasalle».
La modificación de cotas y explanación de terrenos en las riberas, no solo es perjudicial para los suelos donde se debería de asentar -de hecho se asentaba- una frondosa vegetación, sino también innecesaria. «Salvo para la empresa constructora», concluyen.