“Ojalá pueda tener el cuerpo de esa chica”

La falta de autoestima puede ocasionar otras enfermedades como la ansiedad o la depresión
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Foto: Pixabay

“No voy a conseguir aprobar nunca”,  “yo no me pongo esto que no me gusta cómo me queda”, “ojalá pueda tener el cuerpo de esa chica”. Estas y muchas más son frases que todo adolescente ha dicho alguna vez en su vida y, aunque en principio pueden parecer simples quejas, pueden acabar desembocando en problemas más graves como la falta de autoestima.

Al llegar la adolescencia son muchos los cambios a los que te enfrentas y, aunque son muchas las puertas que se te van abriendo también son incontables la cantidad de barreras que aparecen. Sin embargo, las peores son las que creas tú mismo con problemas como la falta de seguridad o la baja autoestima.

Mario Perea, psicólogo licenciado en la Universidad Pontificia de Salamanca, define la autoestima como: “la percepción que tienen, en este caso, los adolescentes sobre sí mismos. Nos afecta a la hora de tomar decisiones, relacionarnos con los demás en el día a día, a la hora de afrontar diferentes situaciones y dependiendo de esa autoestima, de ese concepto que tengamos de nosotros mismos, así podemos vernos, sobre todo, los adolescentes y jóvenes que están conformando su personalidad”.

Son muchos los factores que pueden indicar que una persona no tiene autoestima. “Desde el aprendizaje que se haya ido teniendo a lo largo de la infancia, a lo mejor, con diferentes situaciones tóxicas o negativas con la familia, hasta una situación en concreto que a él se le haya quedado grabada, por ejemplo, una situación de bullying o acoso escolar. Todo eso puede afectar a la autoestima. Incluso haber tenido un desarrollo adecuado, un buen desarrollo en la infancia y llegar a la adolescencia y también tener episodios donde te puede afectar a la autoestima. Realmente, hay un montón de factores que pueden afectar”.

Esta enfermedad va apareciendo de manera progresiva. Perea apunta que “al final se va notando poco a poco en el día a día. Se empieza por intentar no ser tan protagonista de las conversaciones, intentar evadirse de salidas con amigos, intentar estar más tiempo en casa, vestir ropa muy neutra donde no se destaque demasiado…El hecho de las habilidades sociales o de las relaciones sociales se van disminuyendo poco a poco… son pequeños factores donde al final se va notando que a esa persona le falta ese empuje para creerse las potencialidades que tiene”.

La baja autoestima puede llegar a desembocar en otra serie de enfermedades, como la ansiedad o la depresión. “Si al final no se trabaja esa falta de autoestima a nivel profesional las diferentes situaciones que va viviendo por tener este problema, esta falta de autoestima puede desembocar en que te genere diferentes situaciones de muchísima ansiedad, que no sepas afrontarlas. Entonces esto te va generando poco a poco el hecho de no poder tener diferentes situaciones o conseguir diferentes objetivos que tú te marcas. Una persona que tiene baja autoestima, por ejemplo, un universitario que quiere llegar a ser ingeniero, no se cree que puede conseguir sacarse la carrera y la acaba abandonando. Todas estas situaciones de fracasos pueden llegar a provocar un episodio de ansiedad o un trastorno por depresión”.

Las redes sociales se han convertido en un elemento clave para la vida de cualquier adolescente. Hoy en día, pocos son los que no tienen una cuenta de Instagram o un perfil en Tik Tok. En relación a esto, Mario Perea afirma que “las redes sociales juegan un papel fundamental en el ámbito de los jóvenes, tanto para bien como para mal.

Las redes sociales no tienen por qué ser solo negativas, también se pueden utilizar para crear en los jóvenes conductas positivas, pero en este caso como solo vemos la perfección, la parte buena de las personas y no vemos cuando lo pasan mal los influencers o las personas que nosotros seguimos, siempre pensamos que nuestro alrededor está feliz, que todo va genial. Entonces, a una persona que tiene esa baja autoestima o que está en camino de un proceso de depresión le afecta mucho más, porque está viendo que todo su alrededor es feliz y que él no puede conseguirlo”.

A pesar de que quizá en los adolescentes pueda verse reflejada más esa falta de autoestima, esta enfermedad está presente en todas las edades. “La falta de autoestima puede estar presente en cualquier rango de edad, es verdad que cuando eres adolescente es más llamativo, porque se necesita esa autonomía y ese echarse para delante para conformar la personalidad. Si eres una persona que no te crees a ti mismo ni las potencialidades que tienes, te vas a cohibir de vivir ciertas situaciones o diferentes experiencias. Si no vives eso no se te va a estar construyendo esa personalidad. La etapa más importante para tener una autoestima equilibrada es la adolescencia y la juventud”, concluye.

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