La pandemia del coronavirus trajo consigo profundas y nefastas consecuencias, como las muertes o la crisis económica mundial. Sin embargo, las empresas y los consumidores también han visto modificados algunos aspectos de su día a día, y que probablemente no volverán a ser como antes. De todos ellos, hay tres que destacan por encima del resto.
En primer lugar, el trabajo remoto o teletrabajo ha llegado para quedarse. Ahora son cada vez más las empresas que apuestan por esta modalidad, debido a los beneficios y ahorros que les supone. En España, un informe del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital señala que “España era el país menos preparado para teletrabajar, pero es donde más creció esta modalidad”.
Así, una encuesta del CIS del primer trimestre de 2022 indica que, entre los autónomos, el teletrabajo se ha mantenido en casi un tercio tras la pandemia. Respecto a los trabajadores por cuenta ajena, han pasado del 17% al 10% tras la pandemia, cifra que sigue siendo más elevada que los años anteriores a la llegada del Covid. Asimismo, dicha encuesta indica que el 83,7% desearía tener algún tipo de teletrabajo.
Por otro lado, el comercio físico ha perdido terreno frente al ‘online’. De esta manera, a mediados de 2021 el comercio electrónico aumentó en España un 13,7% interanual, según datos de la Cnmc. Además, las previsiones no son nada halagüeñas para las tiendas físicas, ya que se espera que la tendencia de las compras por internet sigan al alza. Debido a ello, compañías como El Corte Inglés han anunciado el cierre de algunos de sus establecimientos físicos.
Finalmente, los viajes han experimentado una fuerte disminución, especialmente los de negocios. Pese a que el turismo va recuperándose poco a poco, los viajes de trabajo se han sustituido en muchos de los casos por videoconferencias. Un estudio de la Global Business Travel Association indica que en 2021 el gasto mundial en viajes de negocios se recuperó solamente en un 5,5% respecto al mínimo de 2020.