La Asociación de Salud Mental de Salamanca ha organizado esta semana una jornada acerca de los ingresos involuntarios. Está orientada a profesionales, familiares, personas con problemas de salud mental y población en general.
Entre los profesionales que han estado presentes se encuentra Abelardo Periañez Martín. El inspector de la Policía Local de Salamanca explica que “pertenezco a un grupo poco conocido para la población en general pero cada vez más conocido para las asociaciones del tercer sector. Nos dedicamos al grupo 4 M: mujer, menor, mayor y personas con enfermedad mental”.
El inspector comenta que los ingresos no voluntarios “son una herramienta que existe en la Ley del enjuiciamiento civil para aquellas personas que no pueden decidir por sí mismos, que tienen trastornos psíquicos y que se pueden llevar a un centro hospitalario para proteger su salud.
El centro de evacuación a donde lo llevas tiene la obligación de, en un plazo de 24 horas, comunicar al Juzgado de Familia de Salamanca que llega una persona que ha sido ingresada por problemas psíquicos para que autorice la permanencia de esa persona, si el psiquiatra del complejo asistencial de Salamanca así lo estima. Si va mas allá de las 24 horas se acercan desde el juzgado, juez, secretario e incluso la forense. Ellos valoran si esa persona realmente está en situación de tener que estar allí contra su voluntad”.
A pesar de que Periañez Martín señala que “los ingresos no voluntarios no debería sufrirlos nadie”, precisa que están dirigidos a “ayudar a las personas que no están en condiciones de decidir por sí mismas, hacia sí mismos o hacia terceros. Los sufren personas con trastornos psiquiátricos en el más amplio concepto de la palabra”.
En relación a esta condición, el inspector asegura que “estamos en una buena situación porque en la actualidad se pueden ver la serie ‘Los renglones torcidos de Dios’, que refleja la situación de la psiquiatría en España al final de la dictadura. Yo llevo 29 años en el cuerpo de la Policía Local de Salamanca y antes existía un psiquiátrico en el barrio de San José. Lo que se refleja en la película son personas recluidas en centros psiquiátricos y era una población súper heterogénea en la que no correspondía la herramienta con el fin”.
“Ahora, con los ingresos no voluntarios, la psiquiatría, la atención psicológica y el trabajo social centrado en la persona se intenta que las personas estén en sociedad. Hay muchas que necesitan una ayuda o un tiempo determinado para poder seguir viviendo en sociedad. No hay que evitarlos. Hay que usarlos cuando sea necesario. Es una herramienta a disposición de las familias o de la sociedad”, explica el inspector de la Policía Local.
Para poder realizar este plan de actuación es imprescindible la coordinación y el compromiso de distintos ámbitos de la Administración así como de las competencias de cada uno. Estos profesionales pertenecen a las áreas de atención primaria, servicio de urgencias del hospital, atención especializada, Servicio de Emergencias 112, cuerpos y fuerzas de seguridad, ambulancias y juzgados de guardia, juzgado de 1ª Instancia, ministerio fiscal, y médicos forenses.
Finalmente, el inspector resalta la importancia del fiscal. «Es una figura muy importante y que tiene que promover, o no, aquellas comunicaciones que se le hacen por trabajadores sociales, por psicólogos, por fuerzas y cuerpos de seguridad. Por situaciones de personas que no tienen a nadie que les apoye y que tengan que velar por sus intereses personales de salud e incluso patrimoniales”.