Dice el refrán que ‘a quién madruga, Dios le ayuda’. Claro que hay otro que le lleva la contraria: ‘No por mucho madrugar, amanece más temprano’.
El Ayuntamiento de Salamanca ha pensado que el primero refrán es más acertado, que cuanto antes se coloquen las luces navideñas, antes llegarán las fiestas más entrañables del calendario.
Supermercados e instituciones se empeñan en que vivamos todo con antelación. Desde hace semanas, hay todo tipo de dulces navideños en las estanterías de los comercios. ¡Ni saborear los buñuelos y huesitos de santo dejan ya! Exclaman los viandantes.
Quizá, los que programan la colocación de los adornos navideños piensen que así se incentiva el consumo. Vale un ejemplo de que no por poner adornos en las calles, el clientes se anticipa a las compras. Hay grandes superficies que prolongan la jornada laboral de sus empleados el 5 de enero. Ese mismo día pocos minutos antes de que se cierren sus puertas, puedes ver a clientes ‘encargar’ los regalos que poco después dejan sus Majestades de Oriente en el alféizar de la ventana. Así que no por mucho madrugar, amanece más temprano.
Este viernes, 28 de octubre, se pueden ver a operarios colocar adornos luminosos en la calle Toro. Cada año, la Navidad llega antes.
1 comentario en «Luces de Navidad, en octubre»
Terminaremos aborreciendo a la Navidad. Pero al margen de eso, cada vez somos más las que nos planteamos la necesidad de ahorrar energía incluida la iluminación navideña. Hay que reducir drásticamente las emisiones de CO2 y no lo estamos haciendo: ni las instituciones que tendrían que dar ejemplo, ni la ciudadanía, salvo aquella que no puede pagar los altos costes de la energía. En el 2030 habíra que haber reducido las emisiones al 50% y en el 2050 el 100% (Acuerdo de París). Nos quedan tres años para invertir la tendencia actual y aquí todo (casi todo) el mundo como si nada. Hemos perdido 7 años desde el acuerdo de París por inacción de casi todos los gobiernos, municipales incluidos.