El puente de Todos los Santos llega con novedades a Salamanca. No solo por el cambio de hora, pasando al horario de invierno, sino porque tras un verano prolongado hasta ahora, llega el frío.
En la madrugada del sábado al domingo, a las tres hay que poner el reloj de nuevo a las dos.
Eso permitirá ver la luz del día cuando nos levantemos, porque ahora hasta bien pasadas las ocho de la mañana es noche cerrada.
Simultáneamente, ese mismo domingo se producirá un brusco descenso de las temperaturas máximas, de seis grados, y también de las mínimas, que ya estarán por debajo de los 10º y seguirán cediendo un poco más cada día, hasta llegar a los dos grados de la madrugada del miércoles.
No se descartan precipitaciones entre el domingo y el martes, según las previsiones de la Agencia estatal de meteorología (Aemet).
Así pues, se acabó el verano y pasamos directamente a un otoño frío por la noches y algo más suave durante el día.