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Juan Francisco Blanco muestra cosas que ni sabemos que existían en Salamanca

Indaga en la tradición salmantina con su libro 'Salamanca. Patrimonio Inmaterial'
Juan Francisco Blanco en la firma de su libro "Salamanca. Patrimonio Inmaterial " en la Feria de Salamanca en el Corte Inglés

Juan Francisco Blanco es un escritor licenciado en Filología Hispánica en la Universidad de Salamanca. Ha dedicado su vida profesional a investigar la tradición oral y a la divulgación del patrimonio etnográfico de la provincia charra.

El escritor es ahora  director del Instituto de las Identidades de la Diputación de Salamanca. Juan Francisco Blanco presentó el pasado marzo su  libro “Salamanca. Patrimonio Inmaterial”. Este viernes ha estado firmando ejemplares en las instalaciones del Corte Inglés, dentro de las actividades de la Feria de Salamanca del centro comercial.

Respecto al contenido del libro, señala que “pretendo algo tan ambicioso como reunir en un solo libro a través de muchísimas fotografías y textos algo tan complejo como es el patrimonio cultural inmaterial. En ese patrimonio hablamos de todas aquellas manifestaciones que conectan con el patrimonio y la provincia de Salamanca, que es muy rica“.

Salamanca. Patrimonio Inmaterial está estructurado en cuatro capítulos. El autor comenta que  “el primer capítulo se titula El territorio, identidades y recursos y sitúa al lector en el campo del que estamos tratando. La tradición sagrada es el segundo. En él nos vamos acercando a algo que es muy importante en el mundo de la tradición, como es el mundo espiritual. Es decir, hablamos del concepto sagrado que la tradición ha tenido del mundo. Ahí podemos encontrar desde devociones populares, Valdejimena, el Cristo de Cabrera, el Cristo de la Laguna, La Virgen del Castillo… Desde esas devociones o lo más estrictamente religioso junto a aquello que hoy llamamos claramente supersticioso. También, creencias relacionadas con las brujas que en nuestra provincia han existido y todavía existen de las que encontramos muchas veces guiños en los pueblos”.

“El tercer capítulo está dedicado especialmente a las fiestas. Aparecen por lo menos treinta y cinco momentos del calendario a lo largo del año. Hay que multiplicar esos treinta y cinco  momentos del año por las diferencias que ofrecen. No es lo mismo el Corpus en Béjar con los Hombres de Musgo que el Corpus en La Alberca con esa exhibición de bordados. Y así podríamos aplicarlo a muchísimos pueblos de la provincia. Es un capítulo muy importante porque, además, de alguna manera refleja muy bien una vitalidad de la tradición. La gente necesita mantener sus fiestas tradicionales. Les permite reunirse con la familia. En ese mismo capítulo de las fiestas encontramos elementos asociados a ellas como pueden ser las danzas y los bailes. El último capítulo Manos Prodigiosas  habla de todo aquello que se elabora con las manos. Por ejemplo, el barro, el metal, el hierro, la hojalata, los bordados… un capítulo amplísimo que la provincia de Salamanca ofrece de una manera tremendamente generosa”, añade el escritor.

El objetivo de Juan Francisco Blanco con este libro es que “se valore la importancia del patrimonio inmaterial. A mucha gente le va a sorprender descubrir muchas cosas que ni sabían que existían en Salamanca y que formaban parte del patrimonio inmaterial. Intentamos que la gente entienda algo que la Unesco acuñó como expresión, pero que nosotros necesitamos explicar, que es a la gente ejemplificándolo con la provincia de Salamanca”.

Además, el escritor quiere romper ciertos estereotipos acerca de la tradición charra. Es por ello que afirma que “cuando hablamos de la tradición hay palabras que se han consolidado mucho en el tiempo como la palabra folclore. Hablar de la tradición hoy significa que la gente está pensando automáticamente en un traje charro o  en un tamborilero  pero no es solo eso. Hay que romper esos estereotipos para que seamos conscientes de la enorme riqueza que tenemos. Eso es. Es importante. Hay mucha gente con mucha pasión por esos temas. Pero es necesario romper esas fronteras e ir mucho más allá porque el patrimonio es enormemente más rico que todo eso”.

A su vez, trata de dar voz a aquellas festividades que no son tan conocidas. Sobre esto, Juan Francisco Blanco explica que “el ciclo del invierno es un ciclo de fiestas apasionante. Por ejemplo, comienza con dos fiestas que representan algo que es muy común hacia el norte de Salamanca, que son las mascaradas de invierno. Nosotros asociamos las mascaradas de invierno a esta especie de seres monstruosos que encontramos en el Zangarrón de Montamarta, en Zamora. Pero nadie se da cuenta de que en Salamanca tenemos nuestras propias mascaradas de invierno en el mes de diciembre. Y todas las manifestaciones que finalmente se desarrollan en el carnaval donde las mascaradas de invierno triunfan. Eso es conocido por poca gente».

El escritor ha comentado en varias ocasiones que quería alejarse del preciosismo fotográfico.  «Yo quería que el libro fuera esencialmente documental. El mundo de la tradición y el patrimonio inmaterial ofrece imágenes tan deslumbrantes que te pueden dejar con la boca abierta. Pero eso no nos sirve, porque ya está explotado. Nosotros hemos querido hacer un libro documental. Un libro con muchísimas fotos que no necesariamente dejara con la boca abierta. Hemos ido al archivo documental para que no eclipsara esa visión espectacular de un tema en detrimento de los otros. Hemos buscado un equilibrio para que la gente hiciera esa especie de viaje equilibrado sin estridencias que rompieran y que te dejaran incapaz de apreciar otros temas apasionantes e importantes”.

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