Puertas blindadas, cámaras acorazadas y rejería. Imponentes portones, torreones y muros de cerramiento que bien podrían haber sido escenario de series como la Casa de Papel. Gracias a ficciones como esta, el general de la población tiene en mente cómo los bancos custodian algunos de los bienes más preciados de muchas personas en edificios históricos que no dejan indiferente a las miradas de quienes pasan a su lado.
Alba Familiar / ICAL. Presidiendo la salmantina Plaza de los Bandos, se encontraba la sede del Banco de España. Desde 2002, sus cámaras permanecieron cerradas hasta este octubre, que volvieron a abrirse reconvertidas en un lugar muy alejado de su antiguo ideario, pero con una finalidad que no se escapa a la custodia y a la preservación. Ahora, entre sus muros la dedicación es otra, guardar y difundir uno de los tesoros del país: su lengua.
El Centro Internacional del Español (CIE-CIEUSAL) estrena sede, y lo hace en el histórico Banco de España, tras un proceso de rehabilitación que ha durado tres años y que ha permitido conservar algunos de los elementos más característicos del edificio. Entre las rejas y las puertas blindadas, el espacio interior, construido entre 1936 y 1940, cuenta con más de 5.000 metros cuadrados destinados a albergar las dependencias que se centrarán en la investigación y la divulgación del idioma. Además, también acogerá las dependencias del Centro de Estudios Medievales de la Universidad y, según matizó el vicerrector de Economía, Javier González Benito, será la “sede de todos los proyectos que vengan en torno al español”.
Este espacio abierto, con el que desde la Universidad de Salamanca buscan invitar a toda la ciudadanía, además de a la industria esta lengua, ha contado con una inversión de más de 9 millones de euros por parte de la Junta de Castilla y León, organismo que se ha comprometido también a financiar proyectos futuros. Una partida de 1,5 millones para la investigación del idioma e ideas relacionadas con la tecnología y el español.
Distribución del Centro
Las salas del antiguo Banco de España pasarán a ser lugar de docencia e investigación para todos aquellos estudiantes que llegan a Salamanca atraídos por las curiosidades y el análisis del idioma. Así, según explicó el arquitecto de la Usal y director de la obra, Eduardo Dorado, el espacio se ha estructurado en base a tres ideas.
- La primera, desarrollar un lugar abierto hacia el exterior, que invite a los visitantes a entrar en él.
- La segunda, el atrio central, que será el epicentro y la zona de referencia.
- La tercera, llevar a cabo un edificio con espacios versátiles y configurables, en el que serán clave los tabiques móviles y las butacas para configurar hasta seis dependencias diferentes con distintos usos.
Subiendo a la primera planta, las protagonistas serán las actividades de aprendizaje y creación, a través de aulas y bibliotecas virtuales.
La segunda estará dedicada a la actividad investigadora, con la sede de la Cátedra de Altos Estudios del Español Elio Antonio de Nebrija.
Ya en el tercer nivel, en la planta bajo cubierta y de acceso restringido a los torreones, en el que el de orientación norte se ubicará un mirador, se destinará al depósito, consulta de fondos bibliográficos y la transferencia y el emprendimiento. Las antiguas cámaras acorazadas del banco, situadas en el semisótano, cobrarán una nueva vida. En ellas tendrán lugar actividades culturales como exposiciones, lecturas dramatizadas y microteatro.
Salamanca, ciudad del español
En 1929 la Universidad de Salamanca daba los primeros pasos en materia de enseñanza del español. A través de la cátedra de Lengua Española para Extranjeros, once estudiantes procedentes de Inglaterra, Francia, Japón, Estados Unidos y Alemania apostaron por pagar una matrícula de 30 pesetas para un periodo de dos meses. Los Cursos de Español no cesaron ni durante la Guerra Civil, pero durante los años 40 se acabaron diluyendo, para renacer en el verano de 1963.
En la actualidad, a un puñado de años de cumplir un siglo de historia, los alumnos atraídos por el análisis de la lengua se han multiplicado por varios miles. El Centro Internacional del Español, creado en 2016 y que preside Nieves Sánchez González, cuenta con alrededor de 8.000 estudiantes vinculados. Y en los próximos años prevén que la cifra alcance los 40.000.
Salamanca ha despejado las dudas: es la ciudad del español. Y se reafirma y consolida como lugar de referencia mundial con la apertura de este nuevo centro. La estrecha colaboración del CIE con instituciones como el Instituto Cervantes, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española han conseguido publicar obras de referencia lingüística como el Glosario de términos gramaticales de la ASALE, que vio la luz en 2020. Y sus relaciones con la RAE han permitido ampliar el Corpus del español del siglo XXI y el Diccionario histórico de la lengua española.
Los proyectos del CIEUSAL se extienden más allá de las fronteras del idioma que investigan. El Centro colabora con INTER-ES, una red internacional de Universidades con Departamentos o Áreas de Español para la investigación, intercambio académico y actividades de difusión en torno a la lengua española. Y, en última instancia, entre los proyectos actuales del centro se encuentra la norma del español.
Esta serie de proyectos y colaboraciones continúan lanzando a la capital del Tormes hacia el punto de referencia del idioma. Su sede cambia de lugar, pero el ímpetu por seguir siendo referente en esta industria continúa.
Las cámaras acorazadas vuelven a abrirse, en un edificio singular que muestra la polivalencia de los espacios y se reconvierte en un lugar para custodiar uno de los bienes más preciados del país. Ese que cruza fronteras y difunde la esencia de una lengua que conecta a millones de personas alrededor de todo el mundo.
Las puertas blindadas de la Plaza de los Bandos, 20 años después, invitan a redescubrir un edificio histórico en el que a partir de ahora los bienes materiales no son lo más importante, sino la investigación y la difusión de los tesoros del español.