Vandalismo contra los muertos. Resulta sorprendente que 86 años después, haya vecinos en Casillas de Flores que les moleste que una placa en el cementerio de su localidad recuerde a los asesinados por la barbarie franquista.
Tanto les debe de molestar, que primero pensaron en cómo atacar la placa, después fueron a un establecimiento a comprar un bote de pintura, la metieron en el coche, llegaron al cementerio y la esparcieron por la placa. Hay que tener mucho tiempo libre y mucha maldad de pensamiento.
No es la primera vez que se atenta contra la memoria de los asesinados. El pasado 26 de junio, la asociación Memoria y Justicia de Salamanca tuvo que reponer en el cementerio de Casillas de Flores la placa que había sido arrancada en el 2016 en Memoria de los vecinos víctimas de el franquismo.
«Ahora, nos ha llegado esta foto en la que como se puede apreciar ha sido manchada con pintura negra. ¿Que molesta esta placa en un cementerio para cometer estas barbaries?», preguntan desde la asociación.
La mayoría de los nombres que aparecen en esa placa aún están desaparecidos, desconociendo el lugar donde sus cuerpos pueden estar enterrados. «Para las familias era un reconocimiento hacía ellos y un consuelo el poder tener un espacio donde depositar unas flores», apelan desde la asociación.
Desde Memoria y Justicia de Salamanca no comprenden que puede suponer para los autores de la mancha estos actos. «Es un tema de derechos humanos que por lo visto es muy difícil entender para ciertas personas».
Desde la asociación muestran todo su apoyo a las familias de las víctimas, «la sinrazón y la injusticia aún siguen instalados en determinados lugares», concluyen.