El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmó este miércoles que, desde su punto de vista, existe “margen” para aumentar “voluntariamente” la edad efectiva de jubilación en España, habida cuenta, sobre todo, de la mejora de la calidad de vida de las personas, a la par que la prolongación de la esperanza de vida.
J.M.A. / Ical.- Escrivá clausuró la primera jornada del Congreso Internacional de Economía de la Longevidad, que se celebra en el auditorio de la Hospedería Fonseca de Salamanca, y que tendrá continuidad este jueves.
Durante su intervención, el ministro Escrivá recordó que durante las dos últimas décadas la esperanza de vida en España ha aumentado de forma significativa, pasando de los 80 a los 84 años, sin contar el receso provocado por la pandemia y que se irá restituyendo de forma paulatina. Una cifra que es sensiblemente superior a la media europea y que sitúa al país entre los más longevos del mundo, aunque, tal y como matizó, los factores que están generando esas ganancias podrían estar agotándose.
A la cuestión del aumento de la esperanza de vida, se debe unir, según especificó el ministro, la calidad de vida de las personas. En este sentido, mencionó los datos de una encuesta que afirma, a día de hoy, que “por encima del 45 por ciento de los mayores de 65 años dicen ahora que gozan de una buena salud”.
Por tanto, añadió Escrivá, “mejora la posibilidad de trabajar”, de forma genérica, aunque aseguró que las políticas públicas “deben tener en cuenta las distintas situaciones”. Entre los matices que mencionó el ministro figura, por ejemplo, el caso de “los trabajos más penosos o más difíciles”, en cuyo caso de podría facilitar incluso la jubilación demorada.
El segundo aspecto al que el ministro hizo referencia es que, en un contexto en el que “la longevidad es un hecho y las personas viven mucho”, con amplias poblaciones jubiladas, es “importante” que desde las políticas públicas se genere “certidumbre”, especialmente en momentos y difíciles como el actual. “Ahí por ejemplo, el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones es absolutamente central y lo que estamos haciendo en España, comparativamente a nivel europeo, tiene todo el sentido del mundo con el marco de pensiones que tenemos”, manifestó José Luis Escrivá.
Jubilación demorada
En términos generales, el ministro de Seguridad Social recordó que el Gobierno está intentando facilitar la jubilación demorada. Por ejemplo, aumentando un cuatro por ciento el incentivo para mantenerse en activo como “el factor más potente para solidificar el sistema de pensiones”.
Además, a pesar de que los gastos impropios de las arcas del Estado redujeron “hasta niveles mínimos” el fondo de reserva, recordó que las cotizaciones siguen creciendo al nueve por ciento y España está reduciendo déficit, lo que contribuye a mantener el sistema de pensiones.
De este modo, Escrivá mencionó un “acopio adicional de ingresos” mediante una “sobrecotización” del 0,6 por ciento hasta 2032, aplicada como un factor de corrección para salvar las décadas de los venideros años 30 y 40 cuando se producirá “una cierta tensión en el sistema” derivada de la diferencia de tamaño entre dos generaciones contiguas.
“El reto que tenemos es reforzar para entonces el sistema. Cuando miramos las proyecciones, a partir del año 2050 se vuelve a disminuir el gasto en pensiones porque la generación que sigue es parecida en tamaño, por eso es un error decir que el sistema de pensiones de los más jóvenes está en riesgo. En ningún caso”, zanjó.