Corinna Larsen ha sufrido el primer revés judicial en la demanda interpuesta contra Juan Carlos I por supuesto acoso. Así, los argumentos presentados por la empresaria han hecho aguas y los magistrados han señalado a la falta de documentación aportada para sostenerlos. “El rigor y la exactitud son importantes”, le han reprochado, informa El Confidencial.
Esta batalla legal comenzó a finales de 2020, cuando Corinna presentó una demanda contra el rey emérito por supuesto espionaje y amenazas. Según la alemana, desde 2012 fue víctima de ese acoso, tanto por parte de Juan Carlos como de personas de su entorno como Félix Sanz Roldán, exdirector del CNI. Su defensa también ha señalado que el emérito “trató de usarla y controlarla”.
Pese a que aún no se haya comenzado a analizar la cuestión de fondo debido a que se sigue debatiendo si Don Juan Carlos puede acogerse a la Ley de Inmunidad Estatal, este martes Corinna ha sufrido un importante revés por los argumentos presentados por su defensa en la Corte de Apelaciones de Londres. Así, los magistrados han aludido a los cambios de versión de la demandante, así como la escasa documentación presentada para sostener los argumentos.
“Este juicio está teniendo un coste elevadísimo para ambas partes, es complejo y ocupa mucho tiempo de la administración de Justicia. El rigor y la exactitud son importantes”, espetó la jueza King a los abogados de Larsen. Esto se debe a que, en los citados cambios de versión, la defensa de la empresaria ha pasado de indicar que el rey actuó como jefe de Estado a, argumentar ahora que lo habría hecho “a título privado”.
Por su parte, la defensa del monarca ha expuesto que si tal y como dice Corinna, el CNI la acosó en una “misión encubierta”, sería un caso “clásico” de “actos soberanos”, lo cual estaría amparado por la inmunidad. Además, en caso de haber actuado “a título privado”, como dice la demandante, resulta “difícil” de creer que un “ciudadano privado” pudiera hacer que el CNI llevase a cabo en el extranjero una “operación encubierta”.