Una de las cosas más características del otoño son las castañas. Este fruto de temporada es muy codiciado tanto por su aroma y sabor, como por su gran sensación de saciedad y bajo aporte calórico. A la hora de prepararlas en casa, hay una serie de formas, entre las que destacan a la sartén, al horno o al microondas.
En primer lugar, aunque hacer las castañas a la sartén no es la opción más rápida, cómoda y limpia, sí que es cierto que se consigue un sabor especial debido al contacto de la cáscara con el metal. Para este método, hay que realizar un pequeño corte en las castañas para que no ‘exploten’. Tras ello, colocarlas con el corte hacia arriba en una sartén a fuego fuerte y, pasados 10 minutos, voltearlas para que se hagan por todas las partes, dejándolas durante otros 20 minutos.
El horno es otro de los métodos para asar las castañas en casa. Al igual que en la sartén, hay que cortar ligeramente las castañas, después se introducen en una bandeja en el horno a entre 200 y 220°, con calor superior y ventilación. El tiempo de cocción son 20 minutos, pero hay quienes dan la vuelta a las castañas a los 10 minutos y quienes las dejan todo el tiempo sin mover.
Finalmente, el microondas es la otra forma principal de hacer las castañas. Además, es la más rápida, simple y limpia. Sin embargo, también es el método que menos sabor da a estos frutos. Para su preparación, nuevamente hay que hacer un corte en las castañas, tras ello se introducen en un recipiente con tapa. Llegados a este punto, dependiendo de la potencia del microondas, el tiempo variará. Así, a 600W deberán estar 4 minutos, a 800W 3 minutos y a 1.000W 2 minutos.