Maximiliano Vicioso, Florián Corral, Evaristo Iglesias y Eleuterio Sánchez, alcalde y concejales del Ayuntamiento de Tejares en 1936. Desde este jueves, sus nombres figuran en una placa en el centro municipal integrado de Tejares, el mismo lugar donde hace 86 años, estos cuatro hombres fueron elegidos democráticamente representantes políticos de su pueblo, ‘delito’ por el que fueron asesinados, en el caso de Maximiliano Vicioso, o encarcelados, como le ocurrió a los concejales que lo acompañaban en la corporación municipal de 1936.
Este jueves se descubrió la placa con sus nombres y sus familiares quisieron compartir la personalidad de sus abuelos, padres o tíos. Todos han coincidido en señalar que eran hombre “buenos”.
Uno de los nueve hijos de Eleuterio Sánchez explicó que su padre los educó en la tolerancia, con independencia de credos e ideologías. “Fue un ejemplo de dignidad humana. Nos enseñó a amar a los demás, a compartir lo que teníamos. Siempre decía: respetad y seréis respetados. No había venganza en sus palabras”.
Por su parte, una nieta Evaristo Iglesias señaló que era una “buena persona. Le gustaba hacer favores. Él y su mujer no tenían hijos y criaron a mi madre, una sobrina, como si fuera una hija, por lo que para mis dos hermanos y para mí, era mi abuelo”.
Maribel, nieta de Florián Corral, recuerda que su abuelo era “humilde, trabajador y que siempre tenía una sonrisa. Mi abuela Anacleta sufrió las consecuencias de tener al marido en la cárcel. Fue una madre coraje, así que: ¡Por mis abuelos y sus compañeros!”. Este viva, Maribel lo hizo señalando al cielo.
Por último contó su experiencia Rosana, la nieta de Maximiliano Vicioso. Rosana vive en Argentina y ha venido a Salamanca para este homenaje que le rinden a su abuelo. Supo más de él, cuando su hija Micaela contactó allá por el 2018 con la Asociación Memoria y Justicia de Salamanca. “Siempre le estaremos muy agradecidos a Luisa Vicente y a su marido Felipe”.
Rosana compartió que su abuelo Maximiliano Vicioso fundó la cooperativa de tejeros en Tejares y que murió por defender sus ideales. No se ha encontrado su cuerpo y eso que este verano se removió tierra y cavaron zanjas donde supuestamente estuvo enterrado, pero no se halló sus restos. “Mi familia está muy agradecida porque no se han olvidado de él, porque se ha contado su historia y porque se le ha reconocido. Lo resumo en tres palabras: Memoria, Verdad y Justicia”.
Rosana relató la historia de su padre, hijo pequeño de Maximiliano, que quedó huérfano con cuatro años. “De niño siempre estaba de luto, incluso tomó la Primera Comunión vestido de negro. Fueron perseguidos, se marcharon de Tejares, primero a Pamplona, después regresaron a Salamanca y por fin marcharon a Argentina. Mi padre tenía 16 años, hoy tiene 90 y por problemas de corazón no ha podido estar aquí. Os da las gracias”.
El acto concluyó con un recuerdo para todos los hombres y mujeres que fueron represaliados en Tejares durante la Guerra Civil.
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