El Ministerio de Seguridad Social ha abierto la puerta a subir las cotizaciones máximas un 30% durante las tres próximas décadas. No obstante, la subida también afectaría al importe de las pensiones más altas, aunque estas lo harán con un desfase temporal.
El departamento dirigido por José Luis Escrivá ha planteado tanto a Unidas Podemos como a los sindicatos, una subida del 30% más la inflación en las cotizaciones máximas durante los próximos 30 años. A cambio de esto, se ha ofrecido que las pensiones máximas también se incrementen un porcentaje similar, aunque lo harían con un desfase temporal que se prolongaría más o menos hasta la década de 2050, ha informado El País citando fuentes del Ejecutivo.
La negociación de la segunda parte de la reforma de las pensiones ha sido el escenario en que el Ministerio ha expuesto su propuesta, y que afectaría a más de un millón de trabajadores (1 de cada 20). Para cumplir con las previsiones planteadas por Escrivá, las cotizaciones deberían aumentar cada año según el IPC más un porcentaje cercano al 0,88%.
Actualmente, la cotización máxima se sitúa en los 49.672€, mientras que la pensión más alta es de 39.468,66€. De esta manera, con la propuesta del Gobierno, la cotización máxima alcanzaría los 64.573,6€ mientras que la pensión podría situarse en los 49.672€. No obstante, el desfase temporal permitiría a la Seguridad Social aumentar la recaudación.
Por otro lado, la parte de los sueldos más altos que supera los citados 49.672€ no realiza aportación a la Seguridad Social debido a que no perciben más pensión por ello. En este sentido, también se está negociando cuánto deberían pagar dichos sueldos.