El Gobierno municipal aprobó la reforma del Paseo San Vicente para incrustar un carril bici eliminando muchos de los árboles que allí están desde hace décadas. Un arbolado que es imprescindible en un lugar con un importante tránsito de peatones, muchos de ellos usuarios y trabajadores del complejo hospitalario.
Se da la circunstancia de que los edificios están separados de las aceras, tanto en la de los pares como en la de los impares. Por lo tanto, apenas proyectan sombra sobre el espacio peatonal.
La ampliación del carril bici es necesaria en el contexto de calentamiento global en el que nos encontramos: hay que reducir las emisiones de CO2 que producen los coches (los eléctricos también) de forma urgente y drástica.
El problema es que el Ayuntamiento viene resistiéndose históricamente a la instalación de carriles bici en casi todos los proyectos de remodelación o de nueva urbanización que se han ido acometiendo desde hace 30 años. «Y ello a pesar de que lo hemos estado exigiendo desde distintas organizaciones ciudadanas, ya que era algo que se estaba implantando en muchas ciudades europeas, también españolas, con gran éxito», puntualizan desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
La falta de previsión ha llevado al hecho de que se pretende ahora incrustar un carril bici en unas amplias calles como son el Paseo de San Vicente y del Desengaño, «quizá el nombre sea apropiado, que han sido remodeladas varias veces en los últimos años sin que, incomprensiblemente, y con una absoluta falta de previsión, incluso contraviniendo directrices sobre movilidad, se incluyera en aquellos proyectos el necesario carril bici. Consecuencia: se va a provocar un derroche doloso de caudales públicos pues se tienen que demoler pavimentos, medianas, pretiles, señalización, mobiliario urbano, etc., de una infraestructura que está prácticamente nueva, un tramo se inauguró solo hace meses», señalan desde la asociación.
Ahora se tiene que «embutir literalmente un vial de bicicletas», totalmente necesario, pero desplazando aceras, suprimiendo medianas y arbolado maduro. El nuevo carril tiene que hacer quiebros y requiebros para adaptarse a los viales existentes y lo que es peor, «va a generar conflictos entre ciclistas y peatones por el hecho de que buena parte del trazado transcurre en la plataforma de la acera», matizan.
El proyecto podría haber contemplado como primera alternativa la supresión de una de las dos filas de aparcamiento y sobre ella instalar el carril bici, «así de fácil. Este carril tendría que ser mixto -bus, taxi y bici- imprescindible en una calle por la que pasan diariamente cientos de autobuses que mueven, seguramente, a mucha más gente que los coches particulares», proponen.
Las actuales directrices estatales, europeas, e incluso los objetivos globales apuntan en la dirección de reducción radical de las emisiones de CO2 y para ello es imprescindible reducir los desplazamientos en automóvil contaminante y que acapara, todavía, el 80% del espacio viario. Por ello, la construcción de carriles bici ha de ir indisolublemente unida a la supresión de espacio dedicado al desplazamiento del automóvil, aumentando y mejorando los espacios peatonales y ciclistas para su seguridad y comodidad. «El mismo Plan de Movilidad de Salamanca así lo reconoce, como también reconoce la importancia de ampliar el carril bus. No sabemos para qué tantos planes (cuya elaboración no es gratis) si luego no se les hace caso», informan.
El carril bici proyectado en San Vicente y Desengaño, se va a hacer a costa de modificar o incluso reducir en algún tramo el tamaño de las aceras y dejando inalterados los carriles destinados al automóvil y sobredimensionados* en número (entre 6 y cuatro carriles más 2 bandas de aparcamiento), y en tamaño (3,2 metros, cuando podrían ser de 2,8 o 3).
«Desde esta asociación ecologista exigimos que los proyectos de carriles bici se hagan siempre a costa del espacio dedicado al automóvil respetando o reservando tramos exclusivos para transporte público, bici y taxi donde esto sea necesario. Y en este caso, que el Ayuntamiento estudie otra alternativa como la aquí apuntada», concluyen.
***** El sobredimensionamiento de viales urbanos induce a muchos conductores a transgredir los límites de velocidad. Esta puede ser la causa de que haya tantos accidentes en el Paseo de San Vicente y en las dos rotondas.
1 comentario en «Carril bici sí, pero sin tocar los árboles»
La reducción progresiva de los espacios dedicados al aparcamiento y tránsito de coches es una práctica que se viene haciendo en las ciudades europeas y cada vez más en las de España. Esta ciudad sigue sin un plan de ampliación de aceras para viandantes que debería estar ejecutando ya en lugar de seguir haciendo proyectos sueltos algunos negativos como cargarse arbolado tal como se indica en el texto que precede.