La cría de oso pardo cantábrico recogida el pasado 21 de mayo en un camino de la localidad berciana de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, en el municipio de Igüeña, regresó la semana pasada a los montes próximos al lugar donde fue recuperada, según confirmaron fuentes de la Junta. El ejemplar se encontraba desde comienzos de octubre en el recinto de aclimatación de osos pardos de Valsemana, en el municipio leonés de La Ercina.
ICAL. Antes, el animal fue trasladado en estado crítico al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid y al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de Cantabria, donde pudo estabilizarse. Al respecto, cabe recordar que el osezno contaba con un peso de solo 3,8 kilogramos en el momento en que fue hallado. Desde octubre, el ejemplar permanecía en las instalaciones de la Junta en Valsemana, hasta comprobar su perfecta aclimatación a un entorno de semilibertad, tras alcanzar un peso de 37 kilogramos.
De forma previa a su traslado, el animal fue objeto de un chequeo veterinario para comprobar que se encontraba en condiciones óptimas para su reintroducción al medio natural. Agentes medioambientales, celadores de medio ambiente y personal de las Patrullas Oso de la Fundación Patrimonio Natural se encargaron de la operación de traslado. Además, el animal cuenta con sistemas de seguimiento y monitorización constante que permitirán conocer su localización.