La geografía determina la oferta sanitaria y, en gran medida, la supervivencia. Lamentablemente, el medio rural no puede disponer de las mismas posibilidades de asistencia que el urbano y periurbano y, la mayor o menor distancia desde un pueblo a un hospital, produce molestias e inconvenientes derivadas de los desplazamientos para los habitantes de los pueblos más alejados. Esto es obvio e inevitable y tiene lugar en casi todos los aspectos de la vida y no solo en la asistencia sanitaria.
Sin embargo, lo verdaderamente importante, lo que condiciona en muchos casos la vida o la muerte, es la atención urgente ante situaciones que ponen en peligro la vida. No es lo mismo sufrir un infarto en Salamanca o en los pueblos del alfoz, próximos y bien comunicados con el hospital, que sufrirlo en una zona alejada y mal comunicada como Las Arribes o la Sierra de Gata o cualquier otro territorio de la Raya. En estos casos disponer de una atención urgente e inmediata puede ser vital.
Es por ello que es muy importante disponer de recursos sanitarios de respuesta inmediata que en muchos casos son los facultativos de guardia en un centro de salud y, en otros casos, dispositivos asistenciales inmediatos que cubran la primera asistencia médica y el trasporte sanitario hasta el hospital más cercano.
El 112 es el dispositivo asistencial que da respuesta a estas situaciones de urgencia y constituye un apoyo fundamental para los médicos de guardia en centros de salud, especialmente los más alejados de Salamanca. Tradicionalmente disponía de ambulancias de soporte vital avanzado (con médico), de soporte vital básico (con técnicos de emergencias sanitarias) y de trasporte aéreo mediante helicóptero. En julio de 2022 se crearon y añadieron al dispositivo asistencial previo las UENE, un dispositivo intermedio, sin médico y atendidas por enfermeras, en cinco lugares de Castilla y León: Cuéllar, Boceguillas, Vitigudino, Fermoselle y Guardo.
En Salamanca el 112 atiende desde la capital con una única unidad de soporte avanzado (medicalizada) una parte muy importante de la población de la provincia. ¿Es suficiente para una población tan amplia? Otra unidad similar localizada en Béjar cubre la asistencia hasta la Alberca (49 km por carretera con un tiempo estimado de 55 minutos para recorrerlo).
La zona oeste de la provincia, desde Villarino de los Aires en el extremo norte, hasta la sierra de Gata en el sur o Monsagro en el sureste, dispone de solo una unidad de soporte vital avanzado (medicalizada) con base en Ciudad Rodrigo y una UENE (con enfermera) en Vitigudino. Al ser esta parte de la provincia la más alejada y peor comunicada cabe preguntarse si es suficiente o la unidad de Vitigudino debería ser también medicalizada, evitando así el cambio de unidad en La Fuente de San Esteban, como sucede en ocasiones o, en su defecto, que la unidad de Ciudad Rodrigo dispusiera de dos unidades medicalizadas.
Probablemente, la primera de ambas sería mejor solución. Si la unidad medicalizada de Ciudad Rodrigo se desplaza a cualquier punto distante de su área de influencia el resto de la zona queda desprotegida. En esos casos se puede recurrir al helicóptero, salvo que por cuestiones de seguridad no pueda volar (p.e. por la noche o en condiciones climatológicas adversas).
Es posible que, en términos de rentabilidad, no sea eficiente disponer de una ambulancia medicalizada más en Salamanca o en Vitigudino, por ejemplo, y es posible también que este tipo de situaciones sean poco frecuentes, pero si se producen la presencia de un médico marca la diferencia, aunque nos enfrentemos al dilema de si la asistencia sanitaria urgente necesariamente tiene que ser eficiente o basta con que sea eficaz: ¿cuánto vale una vida salvada al año? Adelanto que no tengo la respuesta, pero además de la población atendida (caso de Salamanca) el criterio geográfico que incluye distancia hasta el hospital más próximo y dificultad de acceso debería formar parte de la toma de decisiones.