Vox contraprogramó la manifestación de los sindicatos por la democracia y contra la extrema derecha y perdió el pulso, al menos en Salamanca.
La manifestación sindical congregó a cientos de personas para protestar por la entrada de la extrema derecha en la Junta, donde aprovecha esa visibilidad para poner en práctica sus políticas antisindicales y realizar declaraciones antisociales trufadas de garrulismo.
Los afines que se congregaron en la Plaza Mayor (donde siempre se pegan curiosos que pasaban por allí), con un peso predominante de personas de avanzada edad, no igualaron a los que atendieron a la llamada sindical. Fueron menos y más mayores que los que participaron en la marcha sindical.
La Policía Nacional controló la situación para evitar que alguien tuviera la tentación de acercarse al otro grupo, porque la manifestación de los sindicatos iba desde Gran Vía hasta Poeta Iglesias, y Vox levantó su tenderete en la Plaza Mayor, pese a que convocó su acto dos semanas después que los sindicatos. Al final no hubo incidencias.
No es que las organizaciones sindicales puedan presumir de su músculo en las últimas manifestaciones, pero en esta oportunidad contaron con el apoyo de partidos de la izquierda y organizaciones vecinales. Suficiente para ganar el pulso de la jornada.
Vox pedía la dimisión del Gobierno, un Ejecutivo al que gente con aspecto de ir de caza se refirió este domingo en la Plaza Mayor en términos despectivos, y también reclamó la convocatoria de elecciones, aunque no parece que la extrema derecha atraviese su mejor momento en las encuestas.
Los sindicatos apelaron a la defensa de la democracia para criticar las políticas antisindicales de Vox desde su plataforma en la Junta y Las Cortes de CyL, y sus declaraciones antisistema en aspectos sociales.
El secretario provincial de CCOO, José Antonio Gallego, lo resumió así: «Gobiernan la Junta desde Madrid, como un piso piloto, la primera experiencia, con la complacencia Mañueco y el PP. ¡Basta ya!», dijo.
2 comentarios en «Vox pierde el pulso»
Les votaron tres mil y pico y han ido cuatro gatos. Bien. 🙂
Y terminado el acto, todos volvieron a su residencia de ancianos.