Las seis cartas bomba dirigidas a Moncloa, Defensa y las embajadas de Ucrania y Estados Unidos procedían de la provincia de Valladolid, según las informaciones que publican en sus ediciones digitales diversos medios nacionales, recogidas por Ical.
Fuentes de la Audiencia Nacional, donde se instruye la causa, explicaron a El Español que la autoría de todos los paquetes bomba parece «corresponder a un mismo origen». “Todos se enviaron desde territorio español, concretamente desde esa provincia próxima a la capital del país”, asegura. Los agentes de la Comisaría General de Información no han identificado al autor de las cartas porque “se echaron en buzones ordinarios que carecen de cámaras de seguridad”, indica por su parte El Mundo. Así, el equipo investigador no solicita la práctica de diligencia alguna porque no hay rastro del autor.
Los artefactos se dirigían a Pedro Sánchez, Margarita Robles, una empresa armamentística de Zaragoza y las embajadas de Ucrania y Estados Unidos en Madrid. La Audiencia Nacional mantiene abierta una investigación por delitos de terrorismo que ha encomendado a la Comisaría General de Información. Interior ha reconocido que aún está muy lejos de encontrar el móvil del envío de los explosivos y de encontrar a los responsables, según Cadena Ser.
La emisora explica, en su caso, que según fuentes del departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska, los artefactos explosivos han llevado a Interior a recomendar el incremento de la seguridad en las legaciones diplomáticas que han seguido ese consejo en los últimos días.
Marlaska ha enviado además una carta a sus socios europeos y a la Comisión Europea en la que advierte de que las seis cartas «podrían estar relacionadas con la invasión de Ucrania por Rusia», agrega El Español. Las cartas remitidas presentan características similares, según este periódico, porque “tienen la misma caligrafía, son del mismo color, fueron enviadas desde el mismo lugar y en ellas se halló pólvora y metralla”. No había ninguna nota en su interior.
Asimismo, recalca que los datos iniciales llevan a pensar en que “el plan pudo ser ejecutado e ideado por un solo individuo”. “Nada haría sospechar por el momento que existiera una estructura operativa y logística más compleja detrás de estos envíos”, resume.
Fuentes consultadas por ABC creen que “va a ser muy complicado que se pueda llegar al individuo o individuos que están detrás de los envíos”. “La principal hipótesis es que detrás de estas acciones no hay un grupo organizado, sino que se trata de una actuación puntual de uno o varios individuos que tienen como objetivo sedes de instituciones, empresas y legaciones diplomáticas de países que se han posicionado en contra de Rusia por la invasión de Ucrania”, indica el rotativo.
Los seis paquetes con material pirotécnico fueron interceptados en la sede de la Embajada de Estados Unidos en Madrid, en el Ministerio de Defensa y en la base aérea de Torrejón de Ardoz este miércoles. Según las investigaciones, dos de los seis sobres con material pirotécnico interceptados iban dirigidos a Pedro Sánchez y Margarita Robles, recuerda Cadena Ser
Asimismo, recalca la cadena que una nueva carta fue interceptada este viernes en la sede de la embajada de Ucrania en Madrid, cuyo edificio fue desalojado. Se trata del segundo sobre sospechoso que recibe la embajada ucraniana en Madrid. Inicialmente, la Policía lo comparó con el primer paquete y aseguraron que era similar a los anteriormente recibidos. Pero, tras las comprobaciones de los TEDAX, se ha verificado que no contenía ningún tipo de explosivos, sino un ojo de animal aplastado. “Interior lo relaciona ahora con el resto de cartas que se están recibiendo en otras embajadas ucranianas de Europa. La Policía llega a esa conclusión por su franqueo, que no es español”, asegura.