Ya he contado en otro artículo que hace algo más de un año me obsequiaron con un curso de iniciación al revelado fotográfico, impartido por Claudio de Cal en Artística Marciana y que fue la primera vez que realicé el proceso de revelado y positivado manual en fotografía química. Realizado este curso, empecé a soñar con hacer algún día una exposición.
Hice ese taller de revelado convencido de que comprendería mucho mejor la fotografía si me acercaba a su origen. Disfruté con emoción en cada paso del proceso: desde que puse el carrete en la máquina, hasta ver en el tendedero del laboratorio colgada de una pinza la primera fotografía.
Esta técnica manual aporta exclusividad a la obra y es casi imposible sacar dos imágenes exactas de un mismo negativo. Procesando la imagen en el laboratorio se abren con la emoción del momento nuevos caminos de expresión. Esto lo viví en un segundo taller impartido por Leonor Benito de la Lastra, también en Artística Marciana.
Leonor nos mostró cómo alterar el orden de lo correctamente establecido proponiendo el caos del proceso a través del conocimiento del método, aquí comprendí que la potencia creativa del positivado coloca la fotografía química a la vanguardia del arte contemporáneo rompiendo convencionalismos.
Después de estos primeros talleres tan dispares, decidí iniciar el proyecto pensando en realizar algo sencillo, una muestra de trece fotografías. Desarrollar un concepto era la primera idea, pero acepté que para tal empresa hay que estar muy metido en harina día tras día durante mucho tiempo.
Así que opté por salir a la calle buscando un motivo de cohesión argumental y escogí la arquitectura urbana, reseñando la geometría, la incidencia de la luz, la textura de las sombras, creando un nexo temático, sin ninguna pretensión filosófica.
Adaptarme a la fotografía química apartando los vicios adquiridos en la fotografía digital, ya era bastante empresa para esta primera vez. De este modo, surgió la muestra fotográfica que presento en la Cafetería Casino de Salamanca desde el miércoles 7 de diciembre y que puede decirse que es ‘Un sueño cumplido’.
El Blog de Pablo de la Peña, aquí.
