Ante el encarecimiento de la energía están surgiendo diversas alternativas. Una de ellas son las comunidades energéticas, que permiten tanto la autoproducción de energía como la capacidad de gestionarla. De esta manera, hay quienes llegan a ahorrar hasta un 55% sus gastos destinados a la electricidad.
Las comunidades energéticas son movimientos ciudadanos de agrupación para “crear una explotación de energías renovables con un sentimiento ético y con una intención de reducir sus gastos en el consumo eléctrico”, ha señalaso Emilio Miguel Mitre, de la asociación sin ánimo de lucro GBCe. También pueden participar en ellas tanto administraciones locales como pequeñas empresas.
La localidad de El Realengo (Alicante) acoge una de estas explotaciones, que permite a sus vecinos generar y gestionar la electricidad, reduciendo los gastos de su factura. Joaquín Mas es el director general del Grupo Enercoop, cuya empresa matriz (Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís de Crevillent) distribuye la energía a los vecinos de la localidad. Así, explica que la cooperativa se convirtió en comunidad energética entre 2017 y 2018 e instaló placas fotovoltaicas en El Realengo.
De esta manera, con 600 metros cuadrados de paneles solares, tienen la capacidad de generar 180.000 kWh al año. Esto ha permitido a los vecinos de la localidad ahorrar en sus facturas hasta un 55%. Además, según explica Mas el objetivo es extender su servicio por todo Crevillent.
Por otro lado, en Rivas-Vaciamadrid están dando pasos para impulsar la creación de estas comunidades. Uno de los ejemplos es el de ‘La Pablo renovable’, que pretende instalar paneles solares y convertir la urbanización Pablo Iglesias en “diez minicomunidades energéticas”. Enrique Martín, uno de los impulsores ha explicado que “se han sumado casi 500 propietarios” y “el objetivo es conseguir una energía más barata, más ecológica y menos contaminante”.