Todo el mundo quiere. Todo el mundo quiere ser querido. Pero ¿resulta que para ese todo el mundo es más difícil saber qué y cómo está queriendo que la manera en la que pretende ser querido? Que nos quieran por lo que somos. Con los demás ¿por qué no hacer lo mismo?
Queremos en rojo cuando queremos a la vida misma. Querer al fuego y a la sangre, al peligro, el sexo, con vigor, con fuerza con pasión. Bailan uno tras el otro, no se sabe cuál mejor, y los rojos bailan tanto que se queman en su ardor. (Gabriela Mistral).
Queremos en naranja cuando queremos alegría, positividad, cuando somos capaces de filtrar las impurezas, con expansión, con exuberancia, con sensualidad, con plenitud y con picardía. ¿Y no se arrastra una palabra a veces como una serpiente? ¿No crepitó en tu corazón un nombre como una naranja? (Pablo Neruda).
Queremos en amarillo cuando aspiramos al sol y al oro, la sabiduría, al narciso que despierta a la primavera tras el fatigoso invierno, cuando tenemos clarividencia, cuando el ánimo no abandona. Cuando miro el azul horizonte perderse a lo lejos a través de una gasa de polvo dorado e inquieto, me parece posible arrancarme del mísero suelo, y flotar con la niebla dorada en átomos leves cual ella deshecho. (Gustavo Adolfo Bécquer).
Queremos en verde desde la relajación, desde y hasta un centro de natural naturaleza. El verde es el color del equilibrio, el ecuador del arcoíris, ni frío ni cálido. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas la están mirando y ella no puede mirarlas. (Federico García Lorca).
Queremos en azul cuando aspiramos a conquistar el cielo y el mar, cuando la inmensidad es lo que basta, cuando deseamos pisotear el reloj y romper en mil pedazos el calendario, cuando buscamos calmar la mente y sosegar el alma. Ojos, por quien llamé dichoso al día en que nací, para morir por veros, que por salir de noche a ser luceros, cercáis de azul la luz que al sol envía (Lope de Vega).
Queremos en añil o índigo al abrigo del manto de la noche, cuando buscamos pensarnos hacia adentro, encontrar significados. A veces, hasta la lucidez que solo puede ofrecer la oscuridad. ¿Ves muchas estrellas durante el día? Mientras traza su curva el pez de fuego, junto al ciprés, bajo el supremo añil, y vuela en blanca piedra el niño ciego, y en el olmo la copla de marfil… (Antonio Machado).
Queremos en violeta a quien nos ayuda a elevar el espíritu, a alcanzar el deleite de los sentidos, la trascendencia, la inspiración, la ensoñación, a quien hace arte. Aliento de la mañana que vas robando en tu vuelo la esencia pura y temprana que la violeta lozana despide en vapor al cielo. (Manuel Acuña).
¿Se puede querer un solo color? Hay innumerables maneras de interpretar el significado y valor de los colores. Son Infinitas en el caso de los quereres.
