Greenpeace ha realizado un llamamiento a los responsables políticos para que 2023 sea el año que marque un punto de inflexión y se frene la expansión “desmesurada” de macrogranjas en el territorio español.
Así, a modo de regalo navideño, ha enviado huchas, con forma del tradicional cerdo de barro, a distintas personalidades políticas para invitarles a que tomen las medidas necesarias que detengan el “atentado ecológico” de las macrogranjas.
La organización ecologista reclama una moratoria a la ganadería industrial de, al menos, cinco años y sin excepciones, un plan para reducir gradualmente la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50 por ciento menos en 2030, y el fomento de la “dieta de salud planetaria” a través de la compra pública y otros mecanismos.
La directora ejecutiva de Greenpeace España, Eva Saldaña, asegura en un comunicado recogido por Ical, que “la ganadería industrial y sus macrogranjas están destruyendo el planeta y no podemos seguir echando balones fuera. Este año vimos cómo el debate y el rechazo social a este modelo de ganadería ganó aún más fuerza y por ello instamos a los responsables políticos a que actúen de forma contundente y frenen de una vez por todas la expansión desmesurada de las macrogranjas en nuestro territorio”.