«La derecha y la ultraderecha han tratado de amordazar al Parlamento. Que los españoles estén tranquilos. La Constitución y la Democracia prevalecerán ante estos ataques».
Así respondió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a la operación del PP utilizando a los jueces del Tribunal Constitucional a su servicio para intentar impedir que el alto tribunal frenara la tramitación de una ley en el parlamento, algo inédito hasta ahora, porque el Constitucional suele evaluar la constitucionalidad de una norma una vez que está aprobada, no durante su debate en el Congreso de los Diputados.
El presidente del Tribunal Constitucional, que lleva varios años con el cargo caducado al igual que la tercera parte de los vocales debido al bloqueo del PP para renovar el Consejo general del Poder Judicial que tiene que designar a algunos de los puestos caducados, convocó este jueves un pleno para analizar con urgencia el recurso presentado por el PP ante el TC contra la reforma del código penal que se votaba el jueves en el Congreso, que incluye la reforma de los delitos de malversación y de sedición.
Con una urgencia inusitada y actuando antes de que la ley estuviera aprobada, intentaba a la desesperada frenar ese proyecto, en el que también iba incluida una enmienda para cambiar el criterio para elegir y renovar a los miembros de CGPJ para sortear el bloqueo del PP y que hará que los conservadores perdieran el control sobre el gobierno delos jueces.
Finalmente, y ante las dudas de que esa actuación del TC constituyera un fraude de ley, el debate se pospuso hasta el lunes, donde puede ocurrir de todo y decretar las medidas cautelarísimas que pide el PP para ordenar la paralización de la tramitación de una ley, invadiendo competencias que no le son propias al tribunal de garantías.
Eso significa que si la mayoría aún conservadora del TC acepta lo que le pide el PP, puede frenar la aprobación definitiva de la ley en el Senado, cuya votación está prevista para el jueves.
Por otra parte, Pedro Sánchez afirmó este jueves que «el procés ha acabado, estamos en una nueva etapa de convivencia y concordia. En Cataluña no va a haber ninguna consulta de autodeterminación. Es hora de superar la fractura de una vez por todas», sentenció en Bruselas tras la reunión del Consejo Europeo.