Este viernes se inauguró el Rastrillo con el cambio de ubicación que vuelve al centro de la ciudad, en concreto a la calle Toro, junto a la residencia «Amor de Dios». Un local cedido por las «Hermanas del Amor de Dios» para la realización del mismo y a las que agradecemos enormemente su disposición a ayudar a la Misión.
Durante todo el fin de semana estará disponible embutido ibérico donado por empresas de Guijuelo, quesos de los monjes de La Trapa, regalos, antigüedades, tallas de madera… todo ello destinado a paliar los gastos inasumibles del Comedor que cada día recibe a nuevas familias con muchas necesidades.
Aparte del Rastrillo de los Pobres hay otra cita muy importante para la Misión y es la Nochebuena. Este año se entregará, por la tarde, el menú especial para esa noche a cada persona que atienden en el Comedor, para que puedan disfrutar de esa noche.
Para poder repartir los menús para las más de 200 personas que atiende diariamente necesita la colaboración de todos, por lo que realiza un llamamiento para que la solidaridad de los salmantinos llegue a las personas que tienen poco o nada que actualmente por desgracia son muchas. Para ello, pueden patrocinar un menú o varios destinados a esa cena.
Cada menú cuesta 25 € «porque los pobres también tienen derecho a tener una noche con cena especial», señala la entidad. La entrega de estos menús se puede realizar gracias a la colaboración de La Cocina Vieja de Cabrerizos que colabora activamente con la Misión.
