La Universidad de Salamanca ha rebasado la barrera de los 3.000 estudiantes matriculados en programas de doctorado. El dato, dado a conocer este martes por su rector, Ricardo Rivero, es el mejor de la última década, con un crecimiento del 10% solo en el último año y del 25% respecto al curso 2010/11. Algo más de la mitad de las 3.034 matrículas, el 50’7%, corresponde a estudiantes de otros países.
“Despedir el año con una cifra récord en la oferta académica de nivel más elevado es una noticia magnífica, y que más de la mitad de esos estudiantes nos hayan elegido viniendo de otros países es un excelente indicador de la calidad para la Universidad de Salamanca”, ha expresado Ricardo Rivero en el encuentro celebrado esta mañana con los representantes de los medios de comunicación.
La USAL ofrece este curso 41 programas de doctorado: 10 en el área de Artes y Humanidades, 10 en Ciencias, ocho en Ciencias de la Salud, 10 en Ciencias Sociales y Jurídicas y tres en Ingeniería y Arquitectura. De los 3.003 estudiantes que se han matriculado hasta la fecha, el 49’3% son españoles. En el caso de los extranjeros, proceden de 65 nacionalidades distintas, entre las que destacan colombianos (252), brasileños (186) y ecuatorianos (168). Estos tres países de América Latina aportan casi el 40% del total de foráneos, seguidos por importancia por portugueses (117 matriculados) y mexicanos (114), entre los que superan el centenar.
Tres de los cinco programas de doctorado de la USAL más demandados son del área de Ciencias Sociales y Jurídicas: Estado de Derecho Gobernanza Global suma 329 matrículas (casi un 11% del total de estudiantes de doctorado de toda la universidad). Administración, Hacienda y Justicia en el Estado Social aporta 213 matrículas, y el Doctorado en Ciencias Sociales cuenta este curso con 185 estudiantes. Completan los más numerosos los programas de Doctorado en Biociencias: Biología y Clínica del Cáncer y Medicina Traslacional, con 188 estudiantes este curso, y el Doctorado en Español: Investigación Avanzada en Lengua y Literatura (175).
Ranking
En su encuentro con los representantes de los medios de comunicación, el rector ha hecho otro anuncio vinculado a las políticas de sostenibilidad de la USAL. En concreto, Ricardo Rivero se ha referido a la mejora del Estudio salmantino en la última edición del ranking GreenMetric, conocido hace unos días, que analiza la actividad de las universidades relativa a aspectos como la sostenibilidad, el ahorro energético, el consumo responsable, el tratamiento adecuado de los residuos y la respuesta al cambio climático.
Según ha explicado el rector, la Universidad de Salamanca ha ascendido sesenta y nueve puestos en la edición de 2022 del ranking, publicado el pasado 12 de diciembre, pasando del puesto 325 que ocupaba en 2021 hasta el puesto 256 de entre las más de 1.000 analizadas en todo el mundo.
El español
El rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, advirtió de que la institución académica salmantina aspira a recibir “el mismo volumen de fondos concedido a La Rioja» para invertirlos en proyectos relacionados con el español. Agradeció la subvención directa de 2,5 millones de euros concedidos al Centro Internacional del Español, que calificó como “un comienzo”, pero recordó que las iniciativas propuestas por la institución académica “no son de menor entidad” que la riojana aprobada y “van a producir un gran retorno económico”, informa Ical.
Rivero reveló que la comisionada encargada del PERTE del Español, organismo encargado de repartir los fondos europeos en esta ámbito, le comentó que la Usal era “la primera y única” universidad que recibiría una subvención directa. “Esto es interesante, porque es lo que pedíamos, que la Usal no tuviera que participar en convocatorias genéricas, si no que se subvencionaran directamente sus proyectos”, agradeció.
También solicitó más fondos para los dos proyectos de certificación firmados con la RAE, referidos a certificaciones lingüísticas. Una de conocimiento del español para el sistema educativo superior de Estados Unidos y otra, que no había desarrollado hasta el momento ninguna institución, que es la certificación de la calidad del español de las aplicaciones de inteligencia artificial, es decir, el español que hablan las máquinas.
“La ejecución material de ese proyecto de calidad idiomática de aplicaciones, una suerte de metodología de postedición, se va a desarrollar en Salamanca. Imagínense”, incidió, pues se refiere al español de las máquinas no es solo en España, sino también en Estados Unidos, donde no había ninguna institucional autorizada, hasta que ahora lo están la RAE y la Usal, “que dijera si ese español es de calidad”.
“Lo que firmamos el viernes con la RAE, con el apoyo de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento, ha costado mucho, pero tiene un alcance de futuro muy importante. Es una de las noticias más importantes del año. Pasaremos de una evolución lineal en la expedición de certificados a a una evolución exponencial de certificación. Es un proyecto de Comunidad y de país”, valoró Rivero, avanzando que el próximo año vendrán “muchos más” estudiantes extranjeros a estudiar a Salamanca.
Nueva ley
Rivero, manifestó que la nueva legislación universitaria, con la próxima aprobación de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), “no es ninguna revolución” y “no representa un avance muy importante”. Es más, Rivero consideró que “podría haber ido más lejos” en algunos aspectos, informa Ical.
Entre ellos, en “la promoción de la colaboración con la empresa, aspectos de innovación, el reconocimiento de la calidad de la docencia y otros temas de transferencia” que, a su juicio, no son prioritarios en la ley. “La mayoría de los informes que se hicieron antes del inicio de esta reforma apuntaban a otros cambios que no se producen. Por lo tanto, hay un contraste muy evidente entre lo que se decía que había que hacer, y lo que se ha hecho porque muchas de las modificaciones planteadas se han descartado”, valoró.
Las líneas más relevantes de la nueva ley, según expuso, tienen que ver con el profesorado y comportarán altos costes para la institución. En este apartado, Rivero se refirió a los procesos de estabilización, los cambios de categoría y las modificaciones en la composición de los tribunales de las pruebas selectivas. “Todo eso tendrá que volcarse en nuevas normas sobre procesos selectivos del personal docente e investigador que tendremos que aplicar. Y también, eventualmente, una reforma en los Estatutos de la Usal”, reconoció, revelando que ya se ha realizado un estudio sobre los costes que puede suponer.
Aún así, Rivero consideró que el impacto de la LOSE en las normas estatutarias de la Universidad de Salamanca “no será tan intenso como el que va a producir sobre otras universidades” Entre otras cuestiones, porque, según subrayó, los mínimos de participación de los estudiantes en los procesos de selección de órganos unipersonales “se cumplen, se han cumplido siempre, porque aquí la participación estudiantes es alta”. No ocurre así, matizó, en otras universidades del sistema que no cumplen esos mínimos y, por lo tanto, “tienen un desafío más o importante para redistribuir los porcentajes de participación, y eso es una negociación compleja en los sector universitarios”.