Uno de los procesos que debe llevarse a cabo al finalizar una hipoteca es el de su cancelación registral. Este trámite suele iniciarlo la propia entidad bancaria cuando el deudor termina de pagar todas las cuotas del importe que le debía al banco.
El procedimiento de cancelación registral de las hipotecas consiste en la acreditación ante un notario de que el citado préstamo ha sido saldado. Por ello, cuando el deudor termina de pagar el préstamo, la propia entidad bancaria suele iniciar los trámites del proceso.
No obstante, para ello hay que pagar una cantidad económica, que se divide entre la comisión del banco, la firma gestora que contrata la entidad, el registro de la propiedad y la notaría.
Aunque este procedimiento no es de carácter obligatorio cuando han transcurrido 20 años desde la solicitud del préstamo, desde Cancela tu Hipoteca han insistido en su importancia.
En primer lugar, si se va a vender o ceder el inmueble se precisará de un documento de cancelación registral de la hipoteca que demuestre que no cuenta con cargas hipotecarias. Además, cuanto más se espere, el proceso saldrá más caro.
Finalmente, la citada firma señala que con ellos, el proceso resulta más económico y rápido. En este sentido, explican que eliminan los intermediarios que los bancos sí utilizan. Además, los clientes obtendrán el documento debidamente registrado lo antes posible, ya que trabajan con notarías colaboradoras, que se hacen cargo del expediente desde el momento de la solicitud.