[dropcap]L[/dropcap]a Escuela Taller del Casco Antiguo acogió 32 jóvenes entre 16 y 19 años. Participaron en las rehabilitaciones de la Torre de Abrantes, Fonda Veracruz e iglesia de San Polo. Fueron creadas por José María Pérez, “Peridis”, y asumidas como suyas por el Ministerio de Trabajo. Peridis logró rescatar de la ruina y el olvido decenas de monumentos artísticos en toda España, especialmente en Castilla y León.
En 1981 se limpió y consolidó la fachada de la Plaza Mayor por un importe de cuatro millones. Complementábamos así la intervención que realizaba el Ministerio de Cultura que afectaba a todo el monumento. El proyecto fue realizado por el arquitecto municipal Fernando Lombardía.
Se intervino en la piedra afectada de grave deterioro, se eliminaron los agentes biológicos patógenos y los líquenes y plantas adheridos a la piedra. Se quitaron los hierros oxidados, se sellaron e impermeabilizaron las piedras para que no entrara el agua, que por sí sola o al helarse rompía o hacía estallar la piedra. El Ministerio se encargó de restaurar la espadaña, las esculturas y la balaustrada.
Al mismo tiempo se retiraron de los tejados las antenas de televisión que afeaban las cubiertas de la Plaza Mayor, y se pusieron antenas colectivas en lugares discretos. El proyecto para dejar los tejados libres de objetos fue encargado a finales de 1981, el proyectista contabilizó 160 tomas de antenas.
También se instalaron alarmas detectoras de incendios. Una nueva antena de televisión se colocó en el edificio del Ayuntamiento, en la zona que recae hacia la calle del Doctor Piñuela. Las obras costaron 1.139.000 pesetas. Las antenas colectivas se hicieron obligatorias a partir de 1966. En 1981 ya se disponía en Salamanca del sistema de distribución por cable.
En septiembre de 1983 se restauraron las cubiertas de la Plaza, colocándose forjados metálicos con teja árabe. El proyecto fue realizado por el arquitecto Antonio Fernández Alba. Este trabajo fue fruto del convenio firmado entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Cultura. Su ministro, Javier Solana, tuvo una posición muy cercana y de apoyo a la gestión municipal salmantina.
La inversión para las nuevas cubiertas en la Plaza Mayor salmantina ascendió a 20 millones de pesetas. La mayoría de los propietarios de la Plaza Mayor no pusieron pegas a las obras, contribuyeron a las mismas con pequeñas aportaciones económicas.