La Hermandad Franciscana del Santísimo Cristo de la Humildad, propietaria de esta pintura, ha llegado a un acuerdo con la comunidad de Hermanos Menores Capuchinos para que esta obra quede expuesta al culto, de manera permanente, en la iglesia conventual de la calle Ramón y Cajal. La imagen del Cristo de San Damián puede contemplarse ya en su nueva ubicación de la parte posterior de la iglesia.
El Cristo de San Damián es la imagen del crucificado propia de los franciscanos, pues ante el Cristo original, de Asís, san Francisco inició la fundación de la primera orden mendicante de la historia.
Por esta razón, la Hermandad Franciscana encargó la pintura a la artista salmantina Paloma Pájaro, que realizó una extraordinaria interpretación de la obra original, dejando plasmada en ella su estilo y añadiendo, en la parte inferior, las imágenes de los fundadores de las órdenes franciscanas, san Francisco y santa Clara, y los patrones de la diócesis de Salamanca, san Juan de Sahagún y santa Teresa de Jesús.
Esta imagen sale en la marcha penitencial de la hermandad en la noche del sábado anterior al Domingo de Ramos.
Llamaba la atención que en la iglesia de los Capuchinos no hubiera una imagen del Cristo de San Damián, de manera que, con este acuerdo, la Hermandad Franciscana encuentra una ubicación digna para una obra artística de marcado carácter devocional y los Padres Capuchinos disponen en su templo de la representación de ese Cristo que les es tan propio.
La ciudad de Salamanca suma también una referencia artística más, pues a la valía de la iglesia y las imágenes que contiene se le une un nuevo atractivo.
La imagen se verá nuevamente en la calle el 1 de abril, en la marcha penitencial de la hermandad. Según ha sabido este medio, en 2023 la procesión saldrá de manera excepcional del convento capuchino. El retraso experimentado en las obras de San Martín, que previsiblemente terminarán en junio, ha obligado a la hermandad a buscar un templo alternativo para la salida, que será el convento franciscano capuchino.