La provincia de Salamanca mira al cielo con recelo este lunes tras hacer recuento de los estragos causados por las precipitaciones del domingo. Tanto en municipios más cercanos a la capital como en los más alejados, especialmente al sur, las inundaciones han provocado evacuaciones, rescates y, sobre todo, daños materiales. Por fortuna, hasta el momento no ha habido que lamentar heridos aunque la preocupación entre los vecinos ha sido palpable.
J.M.A. / Ical.- La Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León desactivó este lunes el nivel 1 de alerta según el plan de inundaciones de la Comunidad, según anunció por la tarde el delegado, Eloy Ruiz, a través de su perfil de Twitter. Ruiz, quien activó el aviso sobre las 21 horas del domingo, reconoció hoy que la situación ha mejorado “notablemente” aunque los servicios de emergencia “permanecen atentos”.
Lo cierto es que desde primera hora de la jornada dominical se produjo una sucesión de incidentes provocados por la lluvia, tales como balsas de agua en carreteras, que dificultaban la conducción, o inundaciones en viviendas, calles y garajes de numerosas localidades de la provincia de Salamanca.
De las más de 45 emergencias gestionadas durante la tarde y la noche de ayer por el Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León, hubo varios rescates. Uno en Aldehuela de la Bóveda, donde el personal del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación de Salamanca tuvo que trasladar a un lugar seguro a dos personas mayores que se encontraban en una vivienda afectada por el agua. Otro en Arapiles, donde se rescató a cuatro ocupantes, uno de ellos menor, que se encontraban un vehículo que estaba rodeado por agua. Y el tercero, en Canillas de Abajo, donde dos personas tuvieron que ser rescatadas de una furgoneta.
En cuanto a infraestructuras, además del centro de salud de Vitigudino, que sufrió inundaciones, también hubo daños en otros municipios. Por ejemplo, hubo destrozos en las estructuras que atraviesan en arroyo del Zurguén a su paso por Aldeatejada, municipio del alfoz anejo a la capital. Es el caso del puente que transcurre por la avenida de Extremadura, cuyo asfalto ha quedado levantado por la acción de las agua que, cuando llueve, baja por una zona de cañada real, prohibida para la edificación, precisamente por el riesgo de inundaciones, pero que se ha visto incapaz de contener el volumen de las últimas horas.
También en otros municipios del alfoz como Mozárbez o Miranda de Azán, cuyo alcalde, José Luis Sánchez Martín, reconoció en declaraciones a Ical que ha habido daños en varios garajes de viviendas donde al agua alcanzó “hasta el metro y medio”, además de cinco coches y dos motos que “no se sabe lo que pasará con ellos”. Además, cuantificó daños estructurales en la pasarela y en algunas calles, pero no en negocios particulares ni domicilios. “Después de la tempestad, viene la calma. Por lo menos hoy, al estar soleado, se ve la cosa de otra manera”, comentó.
Por su parte, el alcalde de Aldehuela de la Bóveda, José Manuel Moñita, fue unas de las personas que tuvieron que ser evacuadas de sus viviendas por los bomberos. Alrededor del municipio, campos anegados y vecinos achicando agua. Lo mismo que en la cercana localidad del Cubo de Don Sancho, donde el agua amenazó a varias viviendas particulares.
La Junta de Castilla y León, en cualquier caso, recomendó a la población “mucha precaución” al circular por las carreteras de la provincia. En caso de inundación, el delegado pidió a la ciudadanía la que notifique al 112 y que especifiquen “la zona en la que se encuentran, zonas afectadas, nivel de agua, personas involucradas y posible evolución”. Además, solicitó que retiren del exterior de las casas “muebles y cualquier objeto que pueda ser arrastrado por las aguas, que se desconecten todos los equipos eléctricos y que no bajen a los subterráneos ni permanezcan en sitios bajos”.
Bajo estas líneas, Miranda de Azán, este domingo: