La actividad en la donación de órganos registrada en los hospitales públicos de Castilla y León a lo largo de 2022 alcanzó la cifra de 109 donantes, frente a los 98 de 2021 (11,2 % más) o los 86 de 2020 (26,7 % más), lo que ha supuesto la generación de 323 órganos destinados al trasplante, según el último balance publicado por la Coordinación Autonómica de Trasplantes.
El elevado número de donantes de órganos en 2022 ha permitido, gracias a la solidaridad de los castellanos y leoneses, conscientes de que los órganos donados pueden salvar vidas, la generación de un total de 173 riñones, 91 hígados, 12 corazones, 41 pulmones y 6 páncreas.
Así, entre enero y diciembre se realizaron 199 trasplantes de órganos en los hospitales públicos de la Comunidad (la donación de órganos se coordina a nivel nacional, por eso no todos los órganos generados en una Comunidad se utilizan en ella).
Por hospitales, el número de donantes de órganos a lo largo de 2022 ha sido el siguiente: Ávila 0, Burgos 22, León 22, El Bierzo 3, Palencia 3, Salamanca 20, Segovia 11, Soria 1, Hospital Clínico Universitario de Valladolid 18, Hospital Universitario Río Hortega 6 y Zamora 2 (hay uno más de un hospital privado que recibió autorización puntual).
La actividad trasplantadora registrada en los doce meses de 2022 indica que se han realizado 137 implantes renales, correspondiendo 65 al Complejo Asistencial Universitario de Salamanca y 72 al Hospital Clínico Universitario de Valladolid. El centro charro ha realizado, además, 8 trasplantes renales de vivo/cruzado y otros 8 de páncreas-riñón.
El balance de la Coordinación de Trasplantes de la Junta de Castilla y León refleja también la realización de 33 injertos hepáticos en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, mientras que el Hospital Clínico de Valladolid ha llevado a cabo 13 trasplantes cardiacos.
Otro bloque de actividad se refiere a las córneas implantadas, que han sumado 136 entre enero y diciembre del año pasado.
En todos los hospitales públicos de la Comunidad se han tomado medidas de adaptación a la pandemia que han logrado que la actividad de donación y trasplante se haya mantenido de forma adecuada, ya que constituye un servicio esencial del Sistema Nacional de Salud que mejora la calidad de vida de miles de pacientes cada año.