El papel de aluminio es uno de los imprescindibles en la cocina. Pese a ello, cada cierto tiempo se escuchan cuestiones como que puede ser peligroso, o que uno de sus lados es tóxico. Esto se debe a que los dos lados de este son diferentes, uno más brillante y otro más opaco.
La idoneidad del papel de aluminio lleva siendo tema de debate mucho tiempo, debido a los numerosos bulos que han circulado al respecto. Uno de ellos señalaba que “el lado no brillante del papel de aluminio es altamente tóxico”. Sin embargo, esto es totalmente falso.
La diferencia entre las dos caras del papel de aluminio se debe a su proceso de fabricación. En él, se prensan dos láminas de aluminio entre dos rodillos. Así, la capa que pasa por el rodillo queda más pulida y brillante que la que está en contacto con la otra lámina de aluminio.
En este sentido, el catedrático de bioquímica y biología molecular de la Universidad Politécnica de Valencia, José Miguel Mulet ha aclarado que “pueden usarse ambas caras indistintamente” ya que esto “no altera sus propiedades”.
Respecto a la idoneidad del uso de este producto para cocinar, cabe mencionar que las autoridades sanitarias españolas establecen una normativa. “Cualquier material que vaya a estar destinado al contacto con los alimentos debe cumplir con esta legislación”, recalca el Ministerio de Sanidad. Además, Mulet añade que “el aluminio es muy insoluble. No va a transmitirse a los alimentos y no tenemos que preocuparnos por su toxicidad”.
Por último, el profesor se reafirma en asegurar que el papel de aluminio es químicamente seguro. Si bien, apunta que no se debe reutilizar “por un tema de higiene, no de toxicidad”. “Me preocupan más las bacterias que se pueden acumular en el papel arrugado que en los químicos que pueda desprender”, concluye.
