Chupiteles asesinos. Sería la hora del alba cuando aquel estudiante volvía a casa cruzando bajo el puente de la vía en una mañana del mes de enero en Salamanca. Era del sur y estaba en su primer curso, nunca antes había visto el brillo de los chupiteles colgando de lo alto. Era tal su asombro que no se percató que uno de ellos se desprendió como una daga y se le clavó en el corazón, falleció al instante.
Un experto médico forense y la policía buscaron el arma homicida pero el calor del cuerpo la había hecho desaparecer. Nadie se explicaba el extraño asesinato y por eso la Universidad y el Ayuntamiento de la ciudad decidió crear una mesa de observación y contratar al mismísimo CSI de Miami.
En una semana se reunieron mil pruebas, se hicieron mil preguntas y como los fondos públicos escaseaban, se decidió dar carpetazo al asunto.
La prensa local y nacional publicó la siguiente noticia: Se rumorea que unos chupiteles asesinos han acabado con la vida de un joven estudiante.
Desde entonces, el rector, y para que no se vuelva a repetir otra desgracia, recomienda a los estudiantes que se recojan antes del amanecer y protejan con acero sus tiernos corazones.
Caso sin resolver, la RAE se niega a reconocer palabra castellana. ¿La conoce usted?
#chupitel @chupitel
Por. José Luis Salamanca.
2 comentarios en «La RAE se niega a reconocer una palabra muy salmantina»
Como que «Chupitel» es una palabra castellana?
Desde cuándo lo dicen así en Castilla?
Si acaso leonesa, como Salamanca.
Yo también la había oido en Valladolid