La Audiencia Provincial de Salamanca condenó a un año y medio de cárcel a un recluso de Topas por tratar de introducir heroína y hachís en el centro penitenciario.
La sala aprecia en su conducta un delito contra la salud pública por tráfico de drogas al presumir que ambas sustancias estaban destinadas a su distribución entre otros presos y le obliga además a abonar 400 euros en concepto de multa.
Según recoge la sentencia, a la que tuvo acceso Ical, queda probado por conformidad entre la representación legal del recluso y el Ministerio Fiscal, que el condenado recibió en alguna fecha indeterminada entre finales de octubre y principios de noviembre de 2021, una carta certificada con un libro en su interior. El remitente, sin embargo, era una persona que, según el documento judicial, no ha podido ser identificada ni localizada.
Los funcionarios, al registrar el libro en dependencias penitenciarias, descubrieron que contenía unas sustancias ocultas en la zona del canto que, tras el análisis oportuno, resultaron ser 10,08 gramos de heroína y 2,88 gramos de hachís. La sala cree que intentaba introducir la droga en la cárcel para su posterior comercialización, pero no llegó a entrar en el circuito de distribución.
La sentencia destaca que, como la heroína tiene un precio en el mercado de 58,27 euros el gramo, la cantidad intervenida habría alcanzado en el mercado ilegal un valor aproximado de 315,89 euros al por mayor o 587,36 euros al por menor por dosis. El hachís, a su vez, tiene un precio en el mercado de 6,37 euros el gramo, por lo que habría alcanzado en el mercado ilegal un precio aproximado de 18,34 euros en su venta al por menor en gramos.