Cómo evitar los gastos vampiro

Son artículos que aparentemente necesitamos, pero pueden ser prescindibles

A la hora de llevar una buena gestión económica del dinero que se tiene, es esencial controlar todos los gastos. De esta manera, muchos de ellos se podrán eliminar, como pueden ser los denominados gastos vampiro. Estos consisten en pequeños desembolsos que en apariencia se necesitan, pero realmente pueden ser prescindibles. 

En momentos de crisis económica son muchos los que tratan de controlar sus gastos para poder ahorrar algo o, incluso, llegar a fin de mes sin sobresaltos. En este sentido, lo fundamental es determinar qué gastos pueden ser prescindibles. No obstante, algunos de ellos pueden parecer necesarios, aunque realmente no sea así.

Estamos hablando de los conocidos como gastos vampiro, “muy parecidos a los gastos hormiga, pero más pasivos e inconscientes”, explica el experto en ahorro y finanzas, Richard Gracia Anso. Estos suponen gastos fijos que forman parte del día a día, cuya única aportación es la de generar un desembolso silencioso e innecesario.

Entre ellos, algunos ejemplos son la cuota de una tarjeta de crédito que no se utiliza, tener contratada más potencia de luz de la necesaria o estar suscrito a plataformas que no se usan. “Si son constantes pueden chupar el dinero hasta dejar sin vida tu cartera, pues se llevan el 30% del ingreso mensual”, insisten desde la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros de México.

De cara a eliminar y evitar los llamados gastos vampiro pueden seguirse algunos de estos consejos:

  • Revisar las facturas. Lo contratado debe ajustarse a las necesidades reales. Por ejemplo, hay que comprobar que no se tienen contratados más datos de los que se utilizan.
  • Prescindir de suscripciones innecesarias. Las plataformas de películas, series, música, etc. están a la orden del día y muchos están suscritos a un sinfín de ellas. Sin embargo, en ocasiones estas plataformas se infrautilizan, por lo que se debe analizar y determinar de cuáles se puede prescindir.
  • Controlar las tarjetas. Para financiar compras concretas, algunos consumidores se ven obligados a contratar una tarjeta. En estos casos, debe comprobarse bien cuál es la comisión de la misma, así como cancelarla cuando se deje de utilizar o finalicen los pagos.
  • Vigilar el mantenimiento. Llevar un control periódico de los electrodomésticos, el coche… es esencial para no dejar pasar las posibles averías que puedan aparecer, ya que si se deja pasar puede provocar que el gasto a futuro sea bastante superior.

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