Lo que hay detrás de las cámaras en ‘Pesadilla en la cocina’

Los dueños de un restaurante han contado cómo fue la grabación del programa
Alberto Chicote y Walter en 'Pesadilla en la cocina' (LaSexta)

Pese a haber aparecido en ‘Pesadilla en la cocina’ hace ocho años, los dueños de La Taberneta han explicado ahora lo que ocurrió durante las grabaciones del programa. Así, según la versión de estos hosteleros, lo que ocurre detrás de las cámaras es bastante diferente a lo que parece realidad en la televisión. 

‘Pesadilla en la cocina’ se ha convertido en uno de los programas más asentados de la televisión, con más de diez años en antena. Uno de los restaurantes que apareció en el espacio de Alberto Chicote hace ocho años fue La Taberneta, cuyo episodio ha terminado convirtiéndose en uno de los más polémicos.

Ahora, los propietarios de este establecimiento, Walter y Ana, han desvelado cómo fue la grabación y lo que sucedió detrás de las cámaras en el canal de YouTube ‘Cenando con Pablo’. El dueño comenzaba explicando que fue él quien contactó con el programa porque había comprado el local recientemente y quería reformar la cocina.

“En un momento cortaban el programa y decían: ‘Walter, acá te tienes que venir arriba porque no lo mira nadie el programa este’”, señala. “Ellos llegan un domingo, te piden las llaves del local y te dicen: ‘desaparece’. Esto es a las ocho de la mañana y apareces a las ocho de la noche, porque ellos tienen supuestamente que cablear, poner cámaras… Pero ya no vuelves a ver tu restaurante”, añade.

Por su parte, Ana recuerda: “Luego tienes a la mosca cojonera aquí y te vas poniendo nervioso. Yo te puede decir que a mí sí que me han llegado a poner un cartel detrás de cámara: ‘llora ahora’”.

Asimismo, la dueña revela que desde el programa cambian de lugar los diferentes objetos e, incluso, traen algunos de otros locales. “Las ollas que nos pusieron a nosotros venían del anterior, que era el Sukur. Tenía la factura del Sukur. Grabaron el mismo día el programa del Sukur, que estaba en Barcelona, como no le dieron todas las ollas que regalaban, les sobró y nos las trajo a nosotros”.

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