«Los pacientes del hospital pueden estar tranquilos». Así de contundentes son los testimonios recogidos por La Crónica de Salamanca sobre el funcionamiento del servicio de cocina, tanto en lo que se refiere a la elaboración de la comida, como de la limpieza del menaje.
La cocina del hospital es de línea fría, eso supone que se guisa, con tres días de antelación, se regenera, se deja medio enfriar y se va sacando. «Como se elabora con tres días de antelación, no se puede prever el número de pacientes, por lo que al ir a servir, hemos tenido veces que en la misma habitación uno de los pacientes toma, por ejemplo, purrusalda, que es la comida organizada para ese día, y el compañero puré, pero no porque lo indique su dieta. Es solo porque el día que se cocinó, por ejemplo el lunes, no se conocían los enfermos que iba a estar ingresados el miércoles», señalan.
¿Eso es mala organización?
No. Es todo consecuencia de la línea fría. Si hiciéramos la comida en el día, sabríamos el número de pacientes que hay en cada momento ingresados en el hospital.
¿Sería muy complicado cocinar para el día?
No. Ahora se está cocinando por las mañanas. Eso sí, los fines de semana, nada.
Eso significa que se ha eliminado personal.
Efectivamente. Hay menos personal, se han ahorrado dinero, porque no se abona los fines de semana, y también se ha perdido el que se cocine en el día.
Hablando de calidad. ¿Los pacientes pueden estar tranquilos?
Sí. La calidad de lo cocinado es buena. Hay excelentes profesionales en los fogones. Hay muchos controles. Las dietistas trabajan bien. Todo se mira, controla y registra. La línea fría tiene todas las garantías, pero al no cocinar los fines de semana y cocinar para toda la semana, no se sabe el número de pacientes que hay cada día. Es género de primera calidad. Los trabajadores sacamos la labor adelante. Lo primero es el enfermo.
Una vez que los platos, cubiertos, vasos,… vuelven a cocinas ¿qué ocurre?
Han quitado el lavavajillas que teníamos en el clínico, que era bueno, y nos han puesto uno a estrenar que deja restos en la vajilla.
¿Los lavan a mano?
Sí, porque sale todo de pena. Una simple sopa, queda el cerco. El lavavajillas no tiene potencia. Han puesto la línea fría para ahorrarse dinero quitando personal y ahora tenemos que lavar a mano.
¿Tienen una buena pila?
No. En la cocina del nuevo hospital no tenemos ni una buena pila para lavarlos. Los fregamos en un barreño grande, con un líquido especial. Tenemos que tener mucho cuidado porque es muy fuerte.
¿Por qué creen que no se bajaron los electrodomésticos del clínico?
No lo sabemos. Se han pedido explicaciones, pero nadie dice nada. Funcionaban bien tanto el de las bandejas, como el de la vajilla del clínico. Lo que han puesto es una zarria. Ha desaparecido todo. No queda ni rastro de las estanterías que teníamos en el clínico, ni tampoco de la vajilla que utilizábamos allí. Ahora son los cuencos de plásticos, que al recalentarlos quedan como si estuvieran sucios. Eso lo sabemos bien, porque es lo mismo que ocurre con los envases de plástico que tenemos en casa, que pasado un tiempo parecen sucios, aunque no lo estén.
¿Lo han puesto en conocimiento?
Sí, desde que se abrió el hospital.
¿Necesitarían más personal?
No solo eso. No podemos pedirnos ni los moscosos, ya nos los han incluido en las carteleras.
¿Por qué?
Para que no cojamos días moscosos en verano. Las carteleras de cocina no son las adecuadas, no están equilibradas en cuanto a los descansos de los trabajadores. Se están dando días libres a primeros de años, para que cuando lleguen las vacaciones no tengas días que coger y así se ahorran personal. Los moscosos es cuando nosotros los queramos coger, pero nos los han incluido. Lo suyo sería que nos dijeran en el primer semestre cogeros la mitad y en el segundo, los que os queden. Pero no. Nos han hecho ellos las carteleras y nos obligan a coger los días cuando ellos han querido.
¿No se han quejado?
Sí. Se lo dijimos al gerente, que nos dio buenas palabras, pero nada más.
¿Cuántas personas trabajan en el servicio?
Solemos estar 18, pero hemos tenido a dos personas de baja y al estar divididas las tareas, asumes las de los compañeros. ¡El hospital es muy grande!
Y los pasillos son muy largos…
¡Y tanto! El carro grande con las bandejas pesa más de 300 kilos y el pequeño ronda los 250. Ahora nos han dicho que van a poner unos robot.
¿Le quitarán trabajo?
No sabemos. De momento, en un hospital nuevo tenemos una rampa importante para subir y bajar los carros. No sé qué harán los robot.
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4 comentarios en «El lavaplatos del hospital deja restos en la vajilla»
Desde luego y hablo con conocimiento porque me acaban de dar el alta hospitalaria, la cocina es todo un dasastre (judias verdes a la basura por ser incomibles duras. Y alguien ha visto purrusalda de color rojo, que yo sepa los puerros no son de ese color). Se les olvida el pan, el edulcorante), vamos de verguenza y la comida practicamente entera a la basura, tal y como estan los tiempos, es decir terrible y terrorifico
No se olvida el pam eso es que no va en el menu los menus los describen los medicos los dietistas supervisan las comidas malas es tema de gerencia y de dietistas que no se imponen el personal de servicio poco puede hacer mas que esto denunciar en los medios para hacer eco y que llegue a áutoridades que son los verdaderos responsables de los desastres
La purrusalda lleva zanahorias pero son de color naranaja …… Si faltan cosas es porque no estan a lo que tienen que estar y lo importante es protestar aunque a algunos no tenian que cobrar el sueldo
La linea fría es una opción y puede funcionar bien siempre que se disponga de un sistema informático y de datos actualizados perfecto en todos los sentidos, cosa que en ese hospital ni funciona ni funcionara pues la Gerencia no es capaz de imponer al personal el trabajo, no de la cocina, no en general de todo el hospital. No hace mucho llevaron a mi mujer en una ambulancia, baje a los 10 minutos en un taxi y me dijeron que no había entrado, como puede funcionar algo si un poco mas y pongo una denuncia por secuestro por que nadie sabia nada y tardaron mas de una hora en informar que estaba y lo que había sucedido, yo nunca he agredido a nadie y ahora me puedo explicar como a alguien se le caliente la cabeza y prepare una barbaridad pues es vestirse de paciencia, morderse uno los dientes y aguantar cosas de esas.